Por: Carlos Meneses

La Policía Nacional del Perú (PNP) no puede ubicar a Vladimir Cerrón, quien, por orden del Poder Judicial, es considerado un prófugo de la justicia, pero que aparece cuando quiere en programas de televisión.

Se ha llegado a decir que hay poderosos intereses políticos que protegen al citado secretario general de Perú Libre (PL), pero lo cierto y negativo es que se promete todos los días y cuando se trata del tema, que Cerrón caerá en cualquier momento para el esclarecimiento de sus problemas y resolver sobre su responsabilidad.

Se dice que el equipo especial policial que fue designado a apoyar la tarea de fiscales para casos de corrupción en el poder ha encontrado lo que podría ser el hilo de la madeja para llegar al final de la novela que vivimos.

Lo importante es que transcurre el tiempo y la PNP no puede dar con quien tiene precio por cabeza para ponerla a disposición de la justicia y esto no dice nada bueno de la Policía ni de los políticos que deben estar detrás de él para protegerlo.

Todos los peruanos tenemos obligaciones que cumplir con la ley y cuando las mismas requieren de la presencia de ciudadanos que aparecen violando normas se debe hacer un gran esfuerzo para detenerlos y proceder de acuerdo a lo que manda la legislación.

Esperamos que tras la investigación abierta por Colchado lleguemos a una etapa de definiciones que el país reclama.

SUMILLA

Una eficiencia de la Policía sería ubicar a todo aquel que violando normas sea sometido a juzgamiento oportuno y suficiente.