RUSIA

La jornada electoral comenzó el viernes en Rusia, en la península de Kamchatka, en el extremo oriente, y cerrará hoy domingo en Kaliningrado. El mandatario Vladímir Putin busca quedarse en el poder hasta 2030.

El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó el viernes el hecho de que Rusia haya celebrado también elecciones presidenciales en las zonas ocupadas de Ucrania.

Rusia celebró en setiembre de 2022 sendos referéndums de anexión en las regiones de Donetsk y Lugansk, Jerson y Zaporiyia (este de Ucrania, regiones de lengua rusa), que fueron aprobados por mayoría aplastante pero no tuvieron reconocimiento internacional, y ya anteriormente celebró elecciones locales en ellas.

En su declaración Guterres recordó que la anexión de esos territorios «no tiene validez según la ley internacional», y que en todo caso la ONU sigue «firmemente comprometida con la unidad, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania en sus fronteras reconocidas internacionalmente».

Se cumplen diez años de otro referéndum de anexión, el que Rusia celebró en la región ucraniana de Crimea y en la ciudad de Sebastopol, tampoco reconocidos internacionalmente.

El viernes por la tarde, el Consejo de Seguridad de la ONU celebró una sesión para tratar sobre esta cuestión y la secretaria general adjunta para asuntos políticos, Rosemary DiCarlo, recordó a su vez que «los llamados referendos y elecciones locales (en las zonas ocupadas) tuvieron lugar en un ambiente de coerción».

Al término de la sesión del Consejo, el representante de Ucrania en la ONU, Sergiy Kyslytsiya, leyó una declaración firmada por 56 países (más la UE) en la que de igual manera condenan la celebración de esas elecciones, y consideran que «no tienen validez según la ley internacional».

Los países firmantes son los de la Unión Europea y varios aliados habituales de Occidente como Japón, Australia o Canadá, pero entre ellos no hay ninguno africano y muy pocos de Asia o América Latina.