¿Quién hizo el Señor de la Vera Cruz?
Por: Carlos Meneses Cornejo
Por muchos años la leyenda fue que llegaron ángeles a Arequipa para hacer la escultura en la iglesia de Santo Domingo.
ESPECIALES DE AREQUIPA
Por muchos años, después de 1600 en Arequipa se difundió la leyenda de que la imagen del Cristo de la Vera Cruz, que se venera en la iglesia de Santo Domingo, fue hecha por ángeles que llegaron al templo más antiguo de la ciudad y se ofrecieron para trabajar en ella a cambio de comida que debería serles alcanzada a un lugar de encierro y era recogida por los frailes sin ser consumida.
Esta devoción no responde a la verdad, pues en realidad fue un escultor español, Bernardo Pérez de Robles, quien estuvo en el Perú entre los años 1621 al 1683 haciendo orfebrería fina en distintas ciudades nuestras, después de haber trabajado en España.
En el Convento de Santo Domingo hay documentos que incluyen el contrato que la orden concertó con Bernardo Pérez de Robles, quien arribó a Arequipa en compañía de Alonso Ortiz de Sotomayor que sería el otro “ángel” y que habrían de hacer el Cristo de la Vera Cruz.
No se sabe cómo vino Robles o quién lo trajo hasta Arequipa, lo cierto es que el 28 de julio de 1662, Bernardo Pérez de Robles firmó un contrato con Diego Núñez de Guevara para realizar un Santo Cristo de bulto de estatura de 2 varas de alto, puesto en su cruz acabado y debidamente sostenido.
El plazo de ejecución sería de 4 meses y por el que se pagaría 600 pesos aparte de la madera necesaria para la imagen que debía guardar equilibrio en su estilización anatómica, rostro con salientes pómulos y músculos crispados.
El Cristo de la Vera Cruz daría origen a la fundación de una cofradía de la que se derivaría la del Santo Sepulcro.
El artista también fue invitado hacer el Cristo del Sepulcro y otros crucificados en la iglesia de La Compañía también de Arequipa.
El escribano público Alonso Laguna fue firmante del contrato correspondiente entre Bernardo Pérez de Robles y Diego Núñez de Guevara para realizar el crucificado de la Vera Cruz.
Hay que anotar que durante toda la Colonia el Cristo de la Vera Cruz era el más importante que había en Arequipa y que la causa de la decadencia de la devoción a él fue justamente el hecho de que la mayor parte de los miembros de la cofradía fueran realistas y no republicanos, grupo que prefirió honrar al Cristo Yacente y no al agonizante de la Vera Cruz.
También es justo decir que no en el mismo tiempo fueron hechas las imágenes de María y de Juan Bautista con el Cristo en el que trabajó Bernardo de Robles.
Actualmente y en la misma nave de la iglesia dominica que da hacia la calle Santo Domingo y cuyo altar de madera se hizo con empleados de la UNSA está el Cristo de la Veracruz en un extremo y en el otro el Cristo Yacente que es llevado en cortejo fúnebre el Viernes Santo por las calles de la ciudad y acompañado por la Virgen de los Dolores que importó la familia Vivanco, que ahora y para su culto se venera en la iglesia dominica.