“El próximo año sí se podría dar la vacancia o adelanto de elecciones”

DESTRUCCIÓN DE INSTITUCIONALIDAD GENERA POBREZA

El exministro de Agricultura y director de Videnza, Milton von Hesse, sostiene que los partidos políticos cambiarán su relación con el actual gobierno el 2025, año pre-electoral, y crecerá la oposición al gobierno de la presidenta, Dina Boluarte.

Por Jorge Turpo Rivas

El impacto de la crisis política y de gobierno en la economía se traduce en el incremento de la pobreza. Un claro ejemplo es lo que ocurre en Arequipa que en el 2019 el índice de pobreza era de 6% y al 2022 prácticamente se duplicó y llegó al 13.7%.

El exministro de Agricultura y director de Videnza Consultores, Milton von Hesse, analiza en la siguiente entrevista las posibles salidas a la situación económica y de la permanente crisis política que se agravó en el país desde el 2016.

¿Qué estamos haciendo mal para que no podamos recuperar nuestra economía a niveles de pre-pandemia?

–Lo primero que estamos mal, muy mal, es la destrucción de nuestra institucionalidad en términos generales. Cuando uno revisa lo que ha pasado desde el 2016 en adelante, nos damos cuenta que hemos llegado a tener seis presidentes en seis años, eso no es sano para ningún país. Eso que parecía inocuo, que uno cambie de presidente como de pañuelos, en realidad está trayendo problemas muy serios en relación a las expectativas de los privados, pero, sobre todo, en el manejo público.

¿O sea tenemos prácticamente a un Estado semiparalizado desde el 2016 por los constantes cambios de Presidente y crisis recurrente?

–Sí, porque con cada cambio de Presidente se cambia al presidente del Consejo de Ministros, ministro de Economía y titulares de todos los ministerios incluyendo viceministros y directores generales. Eso paraliza todo. Los acuerdos que se hacen, por ejemplo, con un gobernador regional o un alcalde sobre algún proyecto de inversión, rápidamente son desconocidos por el siguiente ministro.

Pero esa realidad parece que no la entiende la clase política y buena parte de la población. Vemos esto casi como un espectáculo y no nos damos cuenta de que se traduce en mayor pobreza.

–Absolutamente, y eso es lo que más me preocupa porque de acuerdo a las cifras del INEI la pobreza en el 2022 cerró en 27.5% y recordemos que en el 2019 era del 20%. Subió 7.5% y lo más probable es que al 2023 la pobreza haya aumentado al 30%. Y como tú dices, todo esto se traduce en pobreza. Me preocupa que la falta de institucionalidad haya llegado incluso al Ministerio de Economía y Finanzas, un ministerio que se ha mostrado débil ante demandas, por ejemplo, en el caso de Ayacucho. En pleno periodo de ajuste fiscal, el MEF, con un Decreto de Urgencia, le da 100 millones de soles al Gobierno Regional de Ayacucho para que haga un estadio de fútbol y le dicen además que los otros 200 millones se los darán después. Van a gastar 300 millones de soles en un estadio. Eso sólo demuestra la gran debilidad institucional del otrora fuerte Ministerio de Economía.

En ese contexto llama la atención lo que ocurre en Arequipa. Antes de la pandemia su economía crecía por encima de la media nacional y ahora la pobreza se elevó del 6% en el 2019 al 13.7% el 2022.

–Sí, porque lamentablemente caló mucho ese discurso anti-inversión privada. Recordemos que en los disturbios del 2022 hubo ataques directos a la producción como la destrucción de una planta lechera, bloqueo de vías que afectaron el comercio y las protestas anti-mineras. Todo ese discurso “anti”, termina teniendo consecuencias claras. Si la torta no crece, se tiene que repartir entre todos pedacitos más pequeños. Eso significa pobreza.

Recuperar la institucionalidad nos puede llevar años. Entonces ¿Por dónde podemos empezar? ¿Qué hacemos para buscar salir de esta situación?

–Lo que tenemos que hacer es buscar ciertos consensos para tener estabilidad en algunas entidades claves como el MEF que tiene que ser un ministerio estable y defendido por todos. El Congreso tiene que bajar la mano a esos ímpetus populistas.

Esperar algo distinto de este Congreso es complicado ¿no?

–Todo indica que el Congreso ha llegado a un acuerdo, seguramente tácito, con el Ejecutivo en que yo no me meto contigo y tú no te metes conmigo, pero está mal que se le siga permitiendo generando normas que van directamente en contra de la estabilidad fiscal. Todos los líderes deberían salir a reencarrilar el equilibrio económico, la razonabilidad en las políticas públicas y no llenarlo de la suma de intereses particulares como se está dando ahora.

¿Qué solución se le puede dar al actual escándalo de los relojes Rolex y el presunto desbalance patrimonial de la presidenta Dina Boluarte?

–Se deben hacer algunos gestos, la presidenta claramente debería salir a explicar cuál es origen de esos relojes, si la tiene o no, pero pasar la página, en el buen sentido de la palabra, y no con esas respuestas que está dando el Premier.

Hay quienes piden adelanto de elecciones y la posibilidad de la vacancia ¿Son alternativas en este contexto?

–Yo lo veo lejano porque lo que hay claramente es una alianza entre el Ejecutivo y Congreso. En esa alianza, por un lado están las fuerzas de derecha más conservadoras y por otro lado la izquierda radical que han dicho: mis intereses son estos, yo no me meto con los tuyos tú no te metas con los míos, entonces todos estamos felices. Y cada uno empieza a sacar las normas que beneficia a su determinado grupo. Se refleja en que se deroga el Decreto Legislativo que iba en contra de la minería ilegal, casi criminal, y todos los grupos de centro derecha no dicen nada y están alineados con los intereses de esa izquierda radical.

¿Entonces no cree que prosperen esas propuestas?

–En este contexto de que yo no me meto contigo y tú no conmigo, es difícil prever un escenario de vacancia o adelanto de elecciones. Pero el próximo año ya podría ser, porque ahí los partidos políticos empezarán a jugar otro partido y van a tratar de ser oposición y van a tratar de competir en quién es el más duro porque ya es un año pre-electoral y ya entran en campaña. El próximo año sí se podría dar la vacancia o el adelanto de elecciones, porque será otro escenario.

MAJES-SIGUAS II

Arequipa es como el espejo del Perú. Aquí empezó la crisis institucional con la elección de Cáceres Llica el 2018. Llegó y destruyó la institucionalidad del gobierno regional. Todo eso ahora lo vemos en nivel nacional.

–Claramente, lo que pasa en Arequipa es lo que está pasando en el país. Recordemos que Arequipa tenía un proyecto emblemático que era Majes-Siguas II y cuando lo agarran a Cáceres Llica le encuentran una libretita donde estaba repartiendo lotes de un proyecto que todavía no estaba listo y cuando él no tenía competencia de repartir nada. Desde ahí tenemos un proyecto que pudiendo ser una locomotora de desarrollo, no sólo para Arequipa, sino para el sur, lo tenemos paralizado.

Pero después de un año de gestión, el gobernador regional, Rohel Sánchez, decidió transferir la competencia del proyecto Majes-Siguas II al gobierno Nacional ¿Considera positiva esa decisión?

–Eso lo debieron hacer hace mucho tiempo cuando todavía había diálogo entre las partes, pero se llegó a posiciones extremas, la ministra o ministro de Agricultura se hizo la loca o el loco. El MEF, que antes era el celoso guardián de las asociaciones público – privadas, también se calló, no quiso meterse. Ahora que ya están en el arbitraje, hay poco que hacer. Van a empezar a tratar de tirarse la pelota entre uno y otro, ya es una papa caliente.

Pero el gobernador Sánchez vende la idea como si fuera la gran solución para que Majes II salga adelante ¿Eso no es cierto?

–Lo que pasa es que hay un contrato de concesión que es algo que las autoridades no quieren entender. Yo no sé, es algo tan básico de la formación universitaria de primer ciclo, ahí aprendes que los contratos en un país se tienen que respetar. Hay un contrato que ha terminado en un arbitraje entre el concedente que es Autodema y la concesionaria Cobra. Ambos son los que están en el problema, no se trata de decir: toma Gobierno Nacional y arréglalo, tienen que estar las partes de acuerdo. Incluso para que el proyecto pase al Ejecutivo el concesionario tendría que estar de acuerdo porque hay que firmar una adenda. Para la tribuna se aguanta todo y, como la población no necesariamente conoce el detalle técnico, se deja llevar por un mensaje efectista.

¿Cree que fue un error nombrar a Rómulo Mucho como ministro de Energía y Minas sabiendo que tiene un presunto conflicto de interés al ser proveedor de Southern? ¿Le hace bien o le hace mal a Tía María que Mucho lo esté promoviendo?

–Rómulo Mucho es una persona que durante años forjó su patrimonio desde abajo y con mucho esfuerzo. Hace años viene impulsando esta convergencia entre la agricultura y la minería y es una persona dialogante y que conoce. Pero sí pues, faltó ese cuidado en los papeles cuando uno va asumir la función pública. Ojalá que lo arregle porque tampoco es que salgo a la calle y encuentro gente que quiera ser ministro de Energía y Minas, porque de los aventureros tenemos un montón.