La defensa del patrimonio
Por: Carlos Meneses
No desafiemos más el riego de dejar de ser Patrimonio de la Humanidad.
A partir del año 2000, Arequipa fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco; el Centro Histórico ha sido objeto de constantes desmanes de parte de quienes se han empeñado en dañar lo que siempre estará en riego de sufrir modificaciones por ausencia de control municipal y de protección de lo que es un bien del mundo.
Son frecuentes los abusos de poder que cometen personas propietarias de bienes que son considerados parte de lo que tenemos la obligación de mantener intacto, si queremos seguir siendo un centro de atracción turística y lugar placentero de visitar para quienes vengan atraídos por nuestras iglesias, casonas, la campiña y lugares como el Monasterio de Santa Catalina y el Cañón del Colca.
En otros tiempos se constituyó un organismo cívico de protección del patrimonio conformado en su mayoría por profesionales en ingeniería y arquitectura, pero eso desapareció y en su lugar quedó el municipio como protector de los bienes propios de la Arequipa antigua.
Lamentablemente los errores han continuado y los campos de cultivo se pierden día a día y se convierten en edificios, en obras con cemento y asfalto. Para evitar que eso continúe se requiere que un grupo de arequipeños se avoque a la tarea de defender el Patrimonio Cultural que tiene la ciudad y que la ha convertido en lugar más visitado después de Lima y Cusco.
Los ambulantes, de otro lado, han invadido las calles, reducido las veredas y cerrado vías íntegras para vender sus productos, no hay policía y serenazgo suficiente para rechazar sus afanes que interrumpen el acceso a las viviendas del centro.