“SOY HONRADO ¿Y QUÉ?” ¡MOVIMIENTO CÍVICO!
Por: Edgard Norberto “Beto” Lajo Paredes
El talentoso Nicolás Yerovi, en entretenida e ilustrativa entrevista, Programa Octavo Mandamiento de Canal N de Jaime Chincha (12/04/24), declaró: por las noticias que salen del país al mundo entero, hace que los extranjeros vean al Perú, no como un país, sino, como un deporte de aventura; luego, señaló, la democracia del Perú, no tiene ciudadanos, sino, sobrevivientes.
En otro pasaje de la entrevista, dijo: “soy anticuado, porque soy honrado”, lo graficó así: “uno pone un pie en la calle, le roban el zapato”, con humorística ironía, indicó, ahora los honrados “somos una minoría” que está siendo discriminada, por eso he constituido el movimiento cívico “soy honrado ¿y qué?” para reclamar derechos y hacernos respetar. Yerovi, humorísticamente, acierta respecto la cruda realidad nacional de prevalencia de la viveza criolla: no respetar las normas, salirse con la suya cometiendo infracciones, pedir prestada las cosas y no devolverlas, avanzándose al engaño de decir lo que no es y no decir lo que es; autoridades elegidas no cumplen sus promesas, ciudadanos indignados por escándalos de corrupción, pero, siguen votando por candidatos improvisados, sin planes de gobierno serios.
Situación crítica, la cual no es nuevo, ¿es raro estemos bien por prolongado período? ¿extrañamos estar mal? De ahí, dijo, en pasada entrevista a un diario: “El mundo tiene ciudadanos y el Perú sobrevivientes. Todo este asunto, el alud de sucesos sanitarios (pandemia), económicos (hiperinflación), sociales (terrorismo) y políticos” (en seis años 2016 al 2022, siete presidentes: Kuczynski, Vizcarra, Meche Araoz, Merino, Sagasti, Castillo y Dina Boluarte).
También, nos dice: “Hemos tenido experiencia y entrenamiento constante en desgracias. Por eso digo que padecemos del síndrome de náufrago feliz, por haber sobrevivido a todo tipo de maremotos (ríe). Yo soy un náufrago feliz, como casi todos los peruanos de mediana edad para arriba”; “Ahora que se abran los cielos van a llegar millones de turistas para tocarnos y ver si somos de verdad. Seguro que alguien nos meterá un pellizco para comprobarlo”.
Categóricamente, concluye: “La vida me ha enseñado que el Perú y la lógica constituyen dos categorías excluyentes”.
Lamentablemente en nuestro querido Perú se han trastocado los valores. Los ciudadanos que actúan con valores positivos son mal vistos, se les llaman «tontos», «inútiles», «no aptos» para dirigir los destinos del país; sin embargo, los pícaros, sinvergüenza y comprobadamente inútiles para gobernar el país, son festejados hasta llegar a ser gobernantes. Esto lo sabemos todos, la mejor prueba está en los presidentes que últimamente están presos o enjuiciados.r El poder judicial, que ha permitido no cobrar a Odebreth, por ejemplo, es una de las autoridades implicadas en esta anomalía.Sepamos elegir enseñando a nuestros niños y jovenes desde la ESCUELA.