Por Jorge Turpo Rivas

La inversión de más de 4 millones de dólares que se proyectó quedó paralizada porque la Beneficencia nunca logró sacar adelante la concesión a la empresa Negopolis. Ahora están enfrascados en un juicio que puede prolongarse dos años más. Mientras tanto no se puede intervenir el edificio.

Concesión se entregó en el 2013 y no se avanzó en la obra.

Cubierto con un manto verde aparenta ser un edificio en plena construcción, pero al interior sólo hay una obra abandonada y trece pisos de concreto que se deterioran año a año. Así luce el viejo Hotel Presidente. Hace dos décadas no puede ser puesto en valor ni albergar huéspedes.

El último intento para refaccionarlo empezó el 2013 cuando la Beneficencia Pública, dueña del hotel, concesionó el edificio a Negopolis S.A., una empresa peruana – argentina que tenía la representación de la cadena hotelera Radisson.

Geofrey Rivas, representante de la empresa, recuerda que ganaron la buena pro y empezaron los trabajos, pero todo se trabó cuando la Beneficencia no cumplió con desalojar a unos 26 inquilinos de diferentes tiendas que no dejaban avanzar las obras.

“No se pudo cumplir con el desarrollo de la obra porque no tuvimos las facilidades y eso lo reconoció la propia Beneficencia, pero de pronto hicieron un informe legal que no tuvo nada de legal y tomaron por la fuerza el edificio. Nosotros hicimos la denuncia”, contó Rivas.

El expresidente del directorio de la Beneficiencia, Edgardo Calderón, reconoció en su momento que hubo inquilinos que se negaban a salir del edificio y eso fue determinante para que Negopolis abandone la obra.

La inversión inicial comprometida fue de 4 millones de dólares y luego llegaría a 14 millones de dólares.

PRIMERA PIEDRA

Sorpresivamente, en el 2019, la gestión del exalcalde, Omar Candia, colocó la primera piedra de la obra de remodelación del hotel Presidente. Hizo una ceremonia en el frontis del edificio.

Otorgó una nueva concesión a la Corporación Hotelera Presidente S.A.C. (conformado por las empresas Constructora MPM SA y Corporación Mayo SAC).

“Enterados de esa situación, nosotros le advertimos a la empresa Mayo que los estaban engañando porque ese hotel ya estaba concesionado y todo estaba judicializado”, indicó Rivas.

Así fue como la primera piedra de Candia quedó en nada. Lo único que se hizo fue colocar el recubrimiento con malla raschel verde para el inicio de una obra que jamás se ejecutó.

Rivas explicó que actualmente continúa el proceso judicial, en la vía civil, donde se debe definir la situación de la concesión a Negopolis.

“Luego iniciaremos un proceso para exigir la indemnización, pero mientras tanto no se puede realizar ningún tipo de obra en el hotel. Es una pena para Arequipa, pero todo fue provocado por los malos funcionarios de la Beneficencia”, refirió.

Según los cálculos, la indemnización podría superar los diez millones de dólares, teniendo en cuenta que en el contrato de concesión se hacia referencia de que la utilidad proyectada por Negopolis era de más de un millón de dólares al año. Ya han pasado once años.

El hotel Presidente, fue construido en la década de 1950 y, por varias décadas, fue el principal hotel de la ciudad. Albergaba también al Cine Arequipa.

A decir de Rivas, el edificio requiere una evaluación estructural porque un informe preliminar que realizaron dio cuenta de que había daños por los movimientos sísmicos que soportó en los últimos años.

“Nosotros habíamos proyectado el reforzamiento de las estructuras, pero todo se quedó sin hacer porque incluso llegaron especialistas colombianos y no los dejaron ingresar. Hubo mucha inoperancia y una actitud sospechosamente irregular de algunos funcionarios de la Beneficencia”, apuntó Rivas.

A corto plazo, indica Rivas, no se podrá intervenir el hotel Presidente. Se tiene que resolver el proceso judicial para decidir bajo qué modalidad se puede poner en valor y el edificio sea útil para la ciudad.