Dos paradeportistas arequipeñas cuentan sus experiencias como mamás. Hacer deporte y otras actividades no les impiden ser buenas madres, son un ejemplo a seguir. Karina Torres y Evelin Juárez integran el equipo de «Desafío sobre Ruedas», practican básquet y natación.

Hay deportistas que también son madres de familia. Diariamente dedican horas a mantenerse bien físicamente sin descuidar el cuidado de la bendición que les dio Dios, sus hijos. Hoy detendrán sus actividades deportivas para estar en familia, disfrutar el calor de hogar y recibir los merecidos homenajes que le han preparado con mucho amor.

Josué tiene ocho años. Tiene lista una poesía para mamá. Unas flores y por su puesto, han alistado sorpresas junto al papá. Hoy harán que el corazón de Karina Torres Mendoza se le quiera salir del pecho. La seleccionada nacional de básquet en silla de ruedas ha podido competir, estudiar administración, inglés y seguir perfeccionándose como futura psicóloga, además tiene trabajos temporales en el Minedu. También es una buena madre.

«Tengo un hermoso hijo de 8 años llamado Josué, es mi gran amor, mi inspiración. Trato de coordinar mis horarios como mamá y esposa, el trabajo y los entrenamientos como deportista. Es complicado pero no difícil, ser mamá me cambió la vida, después de tener a mi hijo siento que obtuve más poderes, porque siento que puedo hacer todo», dice la orgullosa madre.

Pronto habrá un nuevo torneo, nuevas oportunidades, Karina estará lista para hacer canastas, ser capitana de su equipo de básquet y en su casa. «Siempre me propongo y afrontar muchos desafíos, eso sí, apoyada siempre por mi esposo José».

«Me levanto muy  temprano a preparar el desayuno y dejar preparado el almuerzo, llevo a mi hijo al colegio. Por la mañana me voy a estudiar y por la tardes entreno físico en el gimnasio o coliseo donde también hago tácticas de juego», explica la deportista que siempre aspira a más. «Ser deportista me enseñó a ser disciplinada en los horarios y ser mamá me enseñó a saber que soy más fuerte de lo que pensé».

Evelin Juárez es la presidenta de la presidenta del equipo de «Desafío Sobre Ruedas», practica la natación y tiene dos hijos jóvenes. Hoy tienen un regalo especial a la mamá que admiran y respetan. Un abrazo interminable sellará este día especial. «Ser madre es el mejor regalo que Dios dio a las mujeres. Traemos seres humanos, para formarlos y acompañarlos a lo largo de su vida siendo nosotros su soporte. En mi caso, al ser una persona discapacitada, deportista, siento que para mis hijos soy un ejemplo e inspiración de superación porque a pesar de mi condición he logrado ser líder de un grupo deportivo en básquet sobre silla de ruedas, y ello llena de mucha alegría», nos cuenta Evelin con una sonrisa que contagia felicidad.

«Mis hijos me lo dijeron alguna vez, soy un gran ejemplo de superación, eso es lo que somos las madres ese ejemplo y guía que toman nuestros hijos para dibujar su propio camino. Feliz día a todas las madres, gracias a los hijos somos más fuertes».

Doña Evelin programa sus horarios. Por las mañanas realiza sus labores de hogar y por las tardes busca practicar deporte por tres horas.

Son dos de miles de historias que en el «Día de la Madre» nos hacen reflexionar que una mamá no tiene límites cuando la motivación principal son sus hijos.