Educación para empoderar a las madres peruanas
Por: Dr. Miguel Gerardo Inga Arias
APROXIMACIONES
Más allá de las celebraciones y regalos, es importante ser conscientes y reflexionar sobre la realidad que enfrentan muchas jóvenes madres que, a su corta edad, se ven obligadas a equilibrar la maternidad con su educación escolar debido a embarazos en la adolescencia.
Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar-ENDES 2022, el 9.5% de adolescentes peruanas de 17 años ya es madre o está gestando a su primer bebé. Es innegable que el embarazo durante esta edad presenta desafíos significativos para las jóvenes, que afectan su salud física y emocional, así como su desarrollo personal. Ante estos cambios, muchas de ellas enfrentan la vergüenza, el acoso escolar y el miedo al juicio de los demás, y optan por abandonar sus estudios básicos.
La deserción escolar tiene un impacto integral en su crecimiento personal y profesional, ya que al privarse de continuar con su educación limitan sus oportunidades futuras y se van marcando las brechas de acceso a la educación. Reconocer el valor y el potencial de estas jóvenes madres es fundamental para evitar que los ciclos de pobreza y la desigualdad continúen acentuándose en diversas zonas del país.
Promover la educación de las madres que han considerado la maternidad como obstáculo para seguir adelante debe ser una prioridad como país, ya que solo a través de la educación es posible impulsar su empoderamiento e igualdad para que alcancen una independencia económica y fortalezcan su autoestima y confianza en sí mismas.
Ser madre a temprana edad no debería ser obstáculo para seguir adelante con los estudios. Por el contrario, la educación puede ser el camino hacia un futuro más brillante tanto para ellas como para sus hijos. Al completar su educación básica, estas jóvenes pueden abrir nuevas puertas y aspirar a una vida más próspera y satisfactoria.
Es importante destacar el papel crucial que desempeñan los Centros de Educación Básica Alternativa (CEBA) en este proceso; estos centros brindan un ambiente de apoyo y comprensión para las jóvenes madres, permitiéndoles continuar con su educación de manera flexible y adaptada a sus necesidades.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer como sociedad para eliminar los estigmas y las barreras que enfrentan las jóvenes madres en su búsqueda de educación. Es necesario que las políticas y programas vinculados con la educación proporcionen los recursos y oportunidades adicionales para estas mujeres valientes que están luchando por un futuro mejor.
En el Día de la Madre se debe asumir el compromiso real de apoyarlas y empoderarlas, especialmente a aquellas que enfrentan desafíos únicos como madres adolescentes.