El diálogo con el pueblo
Por: Carlos Meneses
El pueblo del Perú está esperando una rectificación de la presidenta Boluarte para tratar los grandes problemas del país en la seguridad y un trato permanente con los medios de comunicación hace bien a la democracia y a las libertades públicas.
Todos los medios de comunicación tienen el derecho y los gobernantes la obligación de dialogar a través de sus elementos representativos, sobre los problemas que confrontan. No es posible aceptar de un gobierno el incumplir esta obligación como está sucediendo ahora con la presidenta de la República que se niega a conversar con la prensa.
Ha pasado más de un mes en que la señora Boluarte ha omitido responsabilidad que tiene de conversar con el pueblo y no quiere hacerlo por razones que tampoco explica, aumentando con su actitud el ruido político que crea con su negativa y permite que la incertidumbre siga afectando inversiones y estabilidad política.
Si el ruido político hace daño, lo hace más el silencio ante problemas que diariamente se producen y que no tienen respuesta de quienes están no solamente motivados, sino obligados a conocer el pensamiento y la acción del gobierno de turno.
Los ministros de Estado se esfuerzan en remplazar la ausencia de quien siendo presidenta de la República debería dialogar para defender sus acciones y devolver calma en preocupada opinión pública.
No ha faltado quien quiera seguir su ejemplo negativo, el alcalde de Lima está contagiado por el mal y acaba de publicar una crítica a la prensa en general.
La afirmación ha sido rechazada no solo por el Consejo de la Prensa peruana sino también por quienes advierten que la democracia es una práctica de gobierno que felizmente tenemos en esta República y el derecho de opinar y de informar es consustancial a la esencia de una democracia real y representativa.