“No trabajaré con Southern, si el pueblo no está de acuerdo”

El alcalde provincial de Islay, Richard Ale Cruz, reiteró su posición en contra del proyecto Tía María y advirtió que se podría generar otro conflicto social, si se insiste en su desarrollo.

RICHARD ALE CRUZ, ALCALDE DE ISLAY:

Southern indica que las condiciones están dadas para iniciar Tía María ¿Cuál es su percepción?

Ellos tienen una falsa lectura de la realidad en Tambo. La lectura es clara: Tía María no va. Los agricultores van a defender el medio ambiente. Su Estudio de Impacto Ambiental es un zafarrancho. Nunca van a dejar que entre esa empresa.

¿Cree que existe temor de los dirigentes y de la población de Tambo para salir a protestar luego de lo ocurrido con la muerte de 49 personas en las protestas contra el actual gobierno?

-Más que temor, no salen porque no había una amenaza real, pero cuando quieran empezar el proyecto, la gente va a salir. La gente se autoconvocará. Si Southern insiste con Tía María aquí va a ver otra gran matanza. Yo lo veo así. La población va a salir, yo camino por el campo, converso con las personas y no están de acuerdo.

¿Para evitar un conflicto social, el gobernador regional debería asumir algún tipo de liderazgo y fijar una posición?

-Yo sólo espero que no esté inclinando la balanza para algún lado. Aquí quien manda es el pueblo. Quiero interpretar que como viene de la academia, tiene ese discurso moderado.

¿Southern se acercó a usted como alcalde de Islay para conversar?

-Nunca, nunca han venido a conversar conmigo. Pero si vinieran, sí los recibiría porque como autoridad tengo que escuchar a todos, si los veo en la calle los saludo.

¿Ha trabajado algún proyecto con la minera?

-No, yo no he trabajado ningún proyecto con ellos, ni lo trabajaré mientras el pueblo no esté de acuerdo con la minería en Tambo. Yo no tengo porque trabajar con Southern.

¿Cómo saber si el proyecto tiene o no licencia social, eso es algo subjetivo?

-Hagamos una cosa práctica, hay que hablar con la población. Y basta ver las banderitas verdes en las casas en el valle donde se lee: “Agro sí. Mina no”. No son un regalo, ahora las banderitas cuestan, hay que comprarlas. Entonces ese es un indicador de que la gente no quiere la mina. Nadie les obliga a colocar esas banderitas.

Pero también hay personas en el valle que sí quieren el proyecto minero. Indican que sus predios se valorizarían y podrían generar negocios.

-Sí, es lógico, siempre habrá un porcentaje que esté de acuerdo con la mina. No vamos a decir que el 100% está en contra. Pero entre esos que sí quieren la mina, hay un buen porcentaje que son una tira de vagos, no saben agarrar una lampa. Es gente que pensaba que la parcela de su papá les iba a durar para siempre, que el viejo les iba a llenar la olla siempre y se quedaron de vagos. Ahora dicen que entre la minería. Lo digo sin menospreciar, pero es la realidad.

¿Qué hacer para evitar un nuevo conflicto social?

-Que nos dejen de provocar. Pero con la mediocridad y corrupción de este gobierno están amarrados a los grandes poderes. Por eso pusieron en el Ministerio de Energía y Minas a Rómulo Mucho, un perro faldero de las grandes mineras y proveedor de Southern. Quieren hacer lo que les da la gana con los agricultores. Están empujando todo para que haya una trifulca. Tambo es Tambo, aquí somos tranquilos, pero cuando nos buscan, sale la gente y es gente que mecha, no se corre.

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