Francisco Mostajo motivó a renunciar a un obispo

Por Carlos Meneses Cornejo

Armó laberinto en Plaza Mayor.

ESPECIALES DE AREQUIPA

En 1903 se presentó en Mollendo una peste bubónica que tuvo consecuencias en la ciudad porteña y en Arequipa capital apareció el 2 de marzo, con 8 casos motivando que se pidiese al gobierno el envío de suero antipestoso, además de dinero para prevenir una epidemia que a la postre causó más de 40 muertos y obligó a que muchos mollendinos se vinieran a Arequipa para evitar los contagios.

Manuel Segundo Ballón.

El 11 de marzo, un varón sospechoso de tener bubónica llegó a Arequipa y fue llevado al único hospital entonces existente que era el de San Juan de Dios, pero el intento de salvarlo fracasó y 3 días después murió.

Juan Guillermo Carpio Muñoz dice que ese día un tren procedente de Mejía lleno de pasajeros llegó a esta ciudad con gente desesperada y el 27 de ese mes se detectaron 38 casos más, algunos de ellos causantes de muerte.

La ciudad capital no tenía un centro de atención adecuada y un grupo de vecinos pidió al supremo gobierno que una propiedad de la Iglesia fuera destinada como lugar de tratamiento y prevención.

En tal tiempo se encontraba de obispo Manuel Segundo Ballón, un sacerdote diocesano que había intervenido para que no continuaran conflictos entre los liberales, liderados por Francisco Mostajo, y los conservadores.

En el caso de los anticlericales, teniendo como vocero el periódico El Ariete, también pedían como sitio adecuado para internar a los enfermos el bien que la Iglesia tenía en la zona del Buen Retiro, como se llamaba en ese tiempo a la calle San Pedro en el camino a Miraflores, frente a la iglesia de María Auxiliadora y al Colegio Salesianos, ubicado en la arteria cercana y en una propiedad que donó un sacerdote con riqueza que lo destinó a albergar a curas viejos.

Fray Manuel Holguín.

La respuesta negativa del obispo a conceder lo pedido, provocó que Mostajo convocara a un mitin anticlerical en la Plaza Mayor pidiendo que el Estado retirara la protección que daba a la religión católica, ratificara la libertad de culto y la laicalización de la enseñanza estatal y hasta el rechazo a los “tonsurados expulsados de otras naciones”.

La multitud convocada paseó por las calles dando “mueras al obispo” y a los frailes y fue peor cuando el obispo Ballón dijo que requería de una autorización del Vaticano para ceder en lo que le pedían.

Entre tanto como una solución se improvisó un centro de atención en la capilla del Señor de San José de La Pampilla hasta ahora existente en el lugar, pero la Policía tomó el fundo que Mostajo quería y lo destinó para el fin solicitado.

Mientras que, en Arequipa, moría Bernardo Aniceto Salinas, quien atacado por la peste bubónica vino de Mollendo y no fue recibido en el hospital San Juan de Dios que quedaba en lo que es actualmente la calle Dean Valdivia y San Juan de Dios.

Salinas murió el 1ero de abril, también falleció con la misma enfermedad la señora Josefa Obando, en tanto que llegaban de Mollendo noticias de 40 muertos, para evitar la propagación del mal en Mollendo se comenzaron a quemar las casas de los apestados al igual que en Mejía y La Ensenada.

El 27 de abril gente del pueblo quiso linchar a los encargados de meter fuego a las casas de los enfermos, pero la epidemia en Arequipa no prosperó y en agosto el obispo Ballón decidió renunciar, culpando a Mostajo de haber provocado en conflicto.

La Santa Sede aceptó la renuncia del obispo Ballón y decidió nombrar en su remplazo a un fraile franciscano y recoleto de nombre Mariano Holguín, quien asumió el cargo para después llegar a ser arzobispo de Lima y aunque solo por horas también fue presidente de la República.

Se cerraba así una temporada de conflicto entre los conservadores fieles a la Iglesia y los liberales que discrepaban de ella.

Ballón no vaciló en señalar como responsable de los hechos de violencia a Francisco Mostajo y él que no era creyente se limitó a seguir demandando libertad de culto y el cese de la Iglesia católica como religión única de nuestro país.

Zona conocida como el Buen Retiro ahora calle San Pedro.

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