Por: Carlos Meneses

Introducir empleados públicos por satisfacer intereses políticos es uno de los grandes males de la República, SERVIR es una buena respuesta a la necesidad de meritocracia en la atención de las dependencias del Estado.

El presidente ejecutivo del organismo SERVIR, Guillermo Valdivieso, estuvo en Arequipa advirtiendo, no sin ocultar pesar, que la entidad estatal que representa está amenazada por una intervención del Congreso que podría significar el fin de un esfuerzo para que la meritocracia impere en la contratación de los responsables de la administración pública que tantas deficiencias han evidenciado en los últimos años.

Asistió a una actividad académica patrocinada por la Universidad Católica de Santa María (UCSM), señalando que la única manera de mejorar la atención a los usuarios de los servicios públicos es mediante su capacitación y tener la oportunidad de remplazar a los cuadros que trabajan en el sector público y en las instancias de los gobiernos regionales y municipales.

Guillermo Valdivieso se quejó que antes de ahora no existiera un organismo capaz de establecer una carrera pública que fuera adecuada a las exigencias modernas, avances tecnológicos y marginamiento de intereses partidarios o personales que se traducen, a la postre, en mal servicio por inadecuada preparación de quienes deben atender a los usuarios.

Todos los días se puede encontrar deficiencias o cambios frecuentes en todos los niveles de la administración pública y el remplazo de personal capaz por políticos influyentes que, de esta manera, se han acostumbrado a pagar favores políticos o personales en las organizaciones del gobierno central, de las regiones o en los municipios.

Todo ello terminaría con un centro de capacitación que pudiera permitir ascensos y colocaciones de personal de calidad en las instituciones del Estado, contra aquellos que son beneficiados por los intereses políticos y partidarios.