Reservas de Melgar no jugaron por pésimas condiciones de estadio
Había piedras y tuberías en plena cancha de fútbol.
Lo que sucedió ayer en Jauja es el triste reflejo de la improvisación, desorganización y realidad de nuestro fútbol, sobre todo en las categorías menores. Ayer el FBC Melgar debía jugar su compromiso por la cuarta fecha del Campeonato de Reservas ante Sport Huancayo en el estadio Monumental de Jauja. Sin embargo, encontraron una serie de deficiencias que los obligaron a no presentarse en el campo y elevar su voz de protesta.
Los delegados del FBC Melgar hallaron una tubería que atravesaba el campo de fútbol, cemento en uno de los sectores del arco, sus conexiones eléctricas «expuestas» en el camerino, baños y duchas sin agua, por si fuera poco no había ambulancia que sea utilizada en caso se produzca un hecho de primeros auxilios. Es decir, los huancaínos querían jugar su partido en situaciones vergonzosas, pero no sorprendentes en el fútbol peruano.
«Confiamos en que, frente a nuestra postura, se tomarán las medidas necesarias para abordar estas problemáticas y asegurar condiciones adecuadas y seguras para futuros encuentros», refirió el club en un comunicado. Además se proporcionaron fotos y videos de la precaria situación del escenario donde se quería jugar un partido de menores. Las pruebas son irrefutables y reprochables.
No se ha confirmado si es que se pedirán los puntos en disputa. Lo cierto es que la situación deja un pésimo precedente en la organización de un torneo oficial de menores. Asimismo, tras la exposición de los argumentos muchos coincidieron en opinar que es uno de los motivos por los cuales nuestro fútbol está en la cola.