Por: Luis Luján Cárdenas – Periodista y sociólogo

REFLEXIONES

Perú debe fortalecer sí o sí su relación bilateral con China, por lo que el viaje de la presidenta de la República, Dina Boluarte del 23 al 30 de junio, para reunirse con su homólogo, Xi Jinping, es una importante y decisiva iniciativa, vital para el desarrollo nacional, en un tiempo de turbulencia política e incertidumbre ecológica global.

El país oriental se ha convertido en un poderoso aliado, no solo para Perú, sino también para cualquier nación con visión de futuro, más aún si este lidera los BRICS, el grupo político y económico de países emergentes: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y más recientemente Irán, Arabia Saudí, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos y otros 30 que desean asociarse.

Sería importante que, a su retorno, la Mandataria anuncie grandes acuerdos y entre ellos muestre interés por insertar al país en los BRICS, alternativa geopolítica válida ante el actual dominio económico y financiero –desde la Segunda Guerra Mundial– del G-7 formado por Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón.

La economía nacional está fuertemente engranada e influenciada por China. Nuestras exportaciones al país oriental suman 36%, desde que firmamos el TLC en el 2009, dejando atrás desde el 2011 a Estados Unidos como principal socio comercial. Y el proyecto del megapuerto de Chancay es consecuencia de nuestra excelente relación.

El viaje es una oportunidad para impulsar importantes acuerdos con China, especialmente en los rubros de capital, infraestructura, tecnología, comunicaciones, exportación, expertise ambiental e industrialización. Marcaría un antes y después en la gestión presidencial y una ventana de impulso al progreso de todos los peruanos.

No debemos olvidar que desde la llegada al Callao, en 1849 en el barco Fredrick Wilhem, de los primeros 75 inmigrantes chinos a la fecha, es una de las comunidades (la mayor china en Latinoamérica) que impulsó la agricultura y luego el comercio con una gran influencia social, racial, gastronómica y cultural. Se dice que más del 10% de los peruanos tienen origen chino, aunque muchos no lleven el apellido.

Perú consolida su hermanamiento con China en octubre de 1995, cuando Li Peng es el primer ministro chino que nos visita oficialmente, luego, en 1998 nos convertimos en miembro del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y en el 2001 se funda la Cámara Peruano-China. A propósito, su presidente José Tam curiosamente ha expresado: “Antes venían los migrantes chinos escapando de la pobreza, ahora son ejecutivos de grandes compañías listos para crear riqueza”.

Y esta es una oportunidad para crear riqueza. Alíate con gigantes y serás gigante.