Agricultura familiar y seguridad alimentaria

Por: Rubén Carrasco

REFLEXIONES

La agricultura familiar cumple un papel clave en la lucha por la seguridad alimentaria. Este sector tan importante y poco entendido contribuye con los alimentos de todos los peruanos, con la mejora de la calidad de vida de muchas familias en el campo, con la gestión de los recursos naturales, con la protección del medioambiente y con el desarrollo sostenible.

Cada 24 de junio, celebramos en el país el Día del Campesino, por lo tanto, desde nuestro gremio, la industria de la ciencia de los cultivos, expresamos nuestro saludo y nuestro reconocimiento a todos los trabajadores del campo.

Durante años, la seguridad alimentaria ha sido y sigue siendo uno de los más grandes desafíos en todo el mundo y, en especial, en el Perú. Por esa razón valoramos el papel de los agricultores, los que han venido trabajando sin cansancio, y que, a pesar de las diferentes vicisitudes y crisis a causa de los efectos del cambio climático, efectos logísticos y geopolíticos, siguen demostrando su fortaleza y tesón.

Actualmente, en el Perú existen dos tipos de agricultura bien definidos, ambos tan necesarios para el desarrollo sostenible. Por un lado, la agricultura moderna o de exportación y, por otro, la agricultura familiar que representa la gran parte de nuestras unidades productivas en el país, con casi el 97% del total de 2.2 millones de productores o unidades agropecuarias y con más del 83% de los trabajadores agrícolas que laboran en la agricultura familiar.

De acuerdo con el INEI, el 49.3% de la agricultura familiar es de subsistencia crítica y ello significa que tienen una extensión de 2 hectáreas de cultivos, por lo tanto, no trabajan con semillas certificadas y no tienen ningún tipo de sistema de riego ni financiamiento, ni acceso a la tecnología; en consecuencia, son los que más apoyo necesitan del Estado.

Asimismo, se necesitan políticas que consideren los aspectos de género, cultura, conocimientos de manejo integrado y buenas prácticas agrícolas. Se requieren soluciones basada en la ciencia de las semillas, ciencia de la protección y de la nutrición de los cultivos, por lo tanto, es necesario un trabajo conjunto y coordinado entre el sector privado y el sector público, con el objetivo de construir conocimiento en las mesas de cooperación y extensión agrícola.

Reafirmamos nuestro compromiso para seguir trabajando por la seguridad alimentaria con una visión de llegar a más regiones y a más agricultores del campo. Como gremio, vemos muchas necesidades y oportunidades en el sector de la agricultura familiar. No nos podemos dar el lujo de caminar por cuerdas separadas… Por cada semilla que se siembra en el campo hay un agricultor que cuida de su crecimiento y de cada agricultor hay un fruto para nuestras mesas.

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