El sábado 29 de junio se celebró la fiesta de los santos apóstoles Pedro y Pablo y el Día del Papa. El Arzobispo, Mons. Javier Del Río Alba, presidió la Misa en la Basílica Catedral a las 10 a.m.

En su homilía recordó el inmenso amor de Dios, que es posible que se pueda encontrar en nosotros mismos, y que los hermanos puedan verlo cuando salimos a su encuentro cuando suceden desgracias, como hace poco en Caravelí, o en otros momentos en que necesiten de nosotros. «Acojámonos al amor de Dios, como Pedro, con nuestros errores, pecados, con corazón humilde», manifestó.

Mons. Raúl Chau, Obispo Auxiliar y los Vicarios Generales concelebraron la eucaristía en compañía del Clero de la Arquidiócesis. La celebración también contó con la participación de las principales autoridades civiles, políticas y militares de la Región, además de comunidades de vida consagrada, miembros de las diferentes parroquias, movimientos y comisiones arquidiocesanas de pastoral, seminaristas y una numerosa participación de fieles, que se reunieron para celebrar la eucaristía y acompañar a su Pastor en ese día, además de pedir la intercesión de Pedro y Pablo, dos apóstoles enamorados del Señor, dos columnas de la fe de la Iglesia, para que intercedieran por ellos, por la Iglesia y por el mundo entero.

Cabe destacar la presencia en la misa de los alumnos del CEBE Polivalente, quienes siguieron la celebración junto a una traductora.

La ceremonia culminó con un compartir fraterno por el Día del Papa en el Centro Pastoral Juan Pablo II.