Por: Alejandro Paz S.

SERMO HUMILIS

La inversión económica es importante para el desarrollo de toda sociedad, provenga del inversionista privado como por parte del Gobierno en infraestructura, más allá del modelo que se determine, sumado a ello la asociatividad que también puede darse entre el privado y Estado para le ejecución de obras.

La inversión en actividades generadoras de utilidad, tanto como requerir recursos humanos y consecuentemente empleabilidad conlleva el pago de obligaciones sociales como tributarias, que en su modalidad de impuestos deben destinarse para el desarrollo, en el sentido más lato, del país.

El desarrollo debe ser permanente, de cada día, sin fecha de inicio menos de término, debe constituirse en una constante en el progreso y evolución de toda sociedad para garantizar su bienestar, seguridad y mejora de calidad de vida. Erradicar la pobreza, la propia miseria humana con sus taras y hábitos de procurarse beneficios ilegalmente, la corrupción generalizada por pésimos funcionarios y congresistas que se sostienen, protegen y multiplican sin escrúpulo alguno, lacra que debe ser ya purgada para que respondan por su indebido actuar bajo inquebrantable y severa sanción.

Se ha anunciado que existe en cartera proyectadas inversiones por decenas de miles de millones de dólares para el Perú solo en minería, que debe darse las licencias respectivas para la explotación de sus recursos. No obstante, es manifiesto que no se trata de inversión por amor a nuestra ancestral tierra minera o en homenaje a las diferentes culturas que habitaran Perú, es invertir para generarse utilidades, generarse más dinero como recompensa por explotar nuestros recursos mineros, siendo así se debe cumplir con pagar por esos beneficios y asegurar protección y cuidado del medio ambiente, en procura de resguardo del hábitat que nos guarece.

Ante el anuncio de hace horas del presidente ejecutivo de Southern Perú de iniciar actividades del proyecto minero Tía María a partir de mañana 1 de julio, “estando dadas las condiciones sociales y políticas en la provincia de Islay, la región y a nivel nacional”, demandamos aseguren la transición de sus actividades sin afectar la tranquilidad social, sin enfrentamientos y otros muertos. No más aclaraciones a sus funcionarios ni desmentidos, respeto a la población, cumplimiento de toda regulación y honrar todo compromiso asumido.

Queda el sin sabor de no haber tenido efectiva intervención de nuestras autoridades regionales y reducida presencia del empresariado de la región. Un gobernador que no apoyó tal inversión y dejó que la población o más específico el Gobierno y minera decidan, no ha habido la capacidad de salvaguardar la contratación preferencial de mano de obra propia de la región, de establecer un clúster para la prestación de servicios por empresas de la región, minimizar o reducir prestadores de servicios de la capital como del extranjero en las zona de explotación, restando posibilidades de desarrollo directo de la propia economía de la provincia de Islay

El desarrollo no tiene fecha de inicio, mas ante anunciadas protestas en contra del Gobierno en fiestas patrias no sea éste anuncio, de no haber sido debidamente consensuado, un punto de agenda más que conlleve a enfrentamientos y conflictos en la región, que las fuerzas del orden rindan homenaje a la patria y no estén en las calles en vías de represión. Si es una oportunidad de desarrollo para Arequipa que los últimos gobiernos nos lo han venido negando, las puertas están abiertas, con respeto mutuo, firmes, sin soberbia.