Desaciertos colombianos
Por: Carlos Meneses
El gobierno colombiano a través del Ministerio de Relaciones Exteriores no respondió la nota de protesta emitida por el Ejecutivo peruano, por lo pronto agentes de Fuerzas Armadas y de la Policía están en la zona e izaron la bandera peruana.
No es la primera vez que ocurre con el presidente Petro, pero que un funcionario de la Cancillería colombiana se permita decir que la isla de Santa Rosa, ubicada en el río Amazonas, le pertenece a Colombia es un despropósito que debe merecer de la parte peruana una reacción categórica y definitiva.
La isla de Santa Rosa es verdad que vive abandonada por el Estado, pero no hasta el extremo de que ahora quisieran cambiar de bandera a los ciudadanos que eligieron a su alcalde en un proceso libre y democrático.
Santa Rosa es una población orgullosa de su pasado nacional y es verdad que para recibir educación o asistencia médica tienen que ir a otras dos islas de los caudalosos ríos de la zona, también es cierto que no se pueden aprovechar de la circunstancia que allí se vive para pretender señalar que sus habitantes no son peruanos.
Hace bien la Fuerza Armada peruana en desplazar dos unidades con efectivos militares y policiales suficientes para dar tranquilidad a zona que está alborotada injustificadamente.
Debe aprovecharse la ocasión para que el Estado nuestro tenga presencia en el lugar y también justificar la indignación que ha producido en la Cancillería tal decir sin fundamento y su rechazo apresurado, llamando la atención al vecino gobierno para que no cometa una imprudencia semejante en el futuro.
En todo caso debe cuestionarse al funcionario que indebidamente se ha referido a la situación de Santa Rosa, esa isla es peruana por los tratados vigentes y por el color de la bandera nacional que luce con orgullo su población.