Hay solo tres años de reservas de gas para exportación

Por: César Gutiérrez

QUÉ SE HARÁ DESPUÉS DEL 2027

Las decisiones políticas respecto a las inversiones en industrias extractivas deben tener un horizonte de largo plazo por la magnitud de los desembolsos que se realizan; por eso las reacciones tardías pueden perjudicar a una o a las dos partes: Estado e inversionista. Es el caso de la exportación de gas natural licuado (LNG), en la que la empresa Perú LNG SRL invirtió 3,800 millones de dólares (MMUS$) del año 2010.

La planta de licuación se abastece del gas natural (GN) producido en el lote 56, a cargo del llamado Consorcio Camisea, que también explota el lote 88. Desde la firma del contrato de licencia de explotación del lote 56, en septiembre del año 2004, se estableció que su destino sería la exportación, mientras que el lote 88 sería para el mercado local, aunque en el camino se estuvo tomando reservas de este lote, lo que fue revertido por una corriente de opinión de protesta.

Al iniciar operaciones de la planta de Perú LNG, en junio del 2010, las reservas del lote 56 ascendían a 2.35 trillones de pies cúbicos (TCF). Durante la construcción el destino era México, donde se firmó un contrato por 18 años con la Confederación Federal de Electricidad. El plazo se inició con la puesta en operación de la planta en junio del 2010.

Al 2022 según la información oficial del Ministerio de Energía y Minas, las reservas probadas (desarrolladas y no desarrolladas) del lote 56 ascienden a 1.01 TCF. Si la planta trabaja a capacidad plena, las reservas se agotan el 2027. Si se tuviese un escenario más conservador de producción, al 50% de capacidad, como ocurrió el 2023, se puede llegar hasta el 2031.

Los escenarios de producción tienen que ver con la demanda internacional y el precio. A la fecha los mercados de destino: Europa (marcador NBP) tienen un precio del orden de 10.00 US$/MMBTU y en Asia (marcador JKM) asciende a 12.00 US$/MMBTU. Precio atractivo para la exportación.

Entre el 2012 y 2013, se utilizó casi el 100% de la capacidad de producción de Perú LNG, dado que el precio en Asia llegó a 12.00 US$/MMBTU luego del terremoto de Fukushima en marzo del 2011, que inutilizó las centrales nucleares y tuvieron que operar con termoeléctricas a GN. Actualmente estamos en un escenario similar con tendencia estable, por la crisis entre Ucrania y Rusia.

Puestas las cosas en este contexto, las reservas tranquilamente pueden agotarse el 2027 y de hecho los propietarios de la planta querrán seguir operando, su horizonte como proyecto debe ser hasta el 2040. La interrogante es ¿qué hará el Estado? Pedirle a este gobierno decisiones de este tipo es perder el tiempo y hay que trasladar la inquietud a los candidatos presidenciables de la elección del 2026.

No hay casi alternativas, tanto en el lote 88 y 56 durante todos sus años de operación no han hecho trabajos exploratorios que los haya llevado a incrementar reservas. En el lote 88 al ritmo de producción solo tenemos 19 años de reservas, gran limitante para inversiones en termoeléctricas que se planifican para 20 a 30 años. En el lote 57, las reservas tienen un horizonte de 17 años.

En estas condiciones no hay lugar para que se tomen reservas de los lotes 88 y 57, y la única posibilidad es que se desarrolle el lote 58 a cargo de la estatal china CNPC, que no ha declarado reservas por no tener viabilidad económica. Aquí es donde corresponde trabajar a la clase política para que se inicie la explotación en los próximos 3 o 4 años.

Se trata de hacer del Estado promotor que acerque voluntades, como por ejemplo coordinar con el Consorcio Camisea para que se amplíe la capacidad de la Planta de Separación de Malvinas, en la provincia de Convención Cusco.

Tarea para los candidatos, sería bueno escucharlos en este tipo de decisiones y no en las generalidades que predican.

Dejanos un comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked with *.