Por: Carlos Meneses

Debe verificarse las afirmaciones de la Contraloría que ha señalado a la PNP como el organismo más corrupto del Estado.

El contralor de la República, Nelson Shack, en los últimos días de su gestión, dijo que la institución gubernamental más corrupta en el país es la Policía Nacional del Perú (PNP) y al margen de coincidencias con tal apreciación, es visible cuál es la opinión ciudadana sobre este organismo que, seguramente, coincide con las afirmaciones que el jefe de la Contraloría ha revelado señalando, también, que es la causa fundamental del fracaso de la lucha contra la corrupción.

Lamentablemente en las condiciones actuales poco puede decirse a favor de la PNP. Asimismo, poblaciones de Lima y provincias, donde el recurso de estado de emergencia sirvió de poco o nada, darán la razón a Shack sobre el fracaso que sucesivos ministros han tenido en relación a la Policía y su quehacer poco exitoso.

Debe agregarse una perla más, 150 camionetas 4 x 4 fueron robadas en Lima y trasladadas a capitales nacionales y extranjeros mediante acciones de una banda que lideraban oficiales de la Policía y que ha sido denunciada públicamente.   

Esto quiere decir que los problemas existen y continúan y que todos los esfuerzos realizados para cambiar esta realidad no han tenido el éxito deseado.

Se necesita una limpieza ejemplar que no se resuelve con aumentar el número de efectivos, sino con mejorar la actuación de los niveles de decisión para combatir males antiguos que no se han podido resolver hasta el presente.

Se trata de solucionar un problema vital para la seguridad colectiva y demostrar eficiencia contra la delincuencia, igual en Lima que en la Libertad, en el combate a la drogadicción y a la delincuencia importada que actúa desde Chile, Ecuador contra nuestro país.

Hay que determinar cuánto de verdad hay en las investigaciones de la Contraloría y actuar en consecuencia, poniendo fin a una época que ha terminado por preocupar a todo el país.