LAS AUTORIDADES PIERDEN LA GUERRA CON EL COMERCIO AMBULATORIO
Por: Ricardo Josue Lastarria Sumari
VEREDAS SON OCUPADAS PARA VENTA Y OBSTRUYEN EL LIBRE PASO DE LOS CIUDADANOS
Arequipa se ha convertido en una ciudad consumida y abarrotada por la informalidad en varios puntos. Hace meses atrás, las autoridades tenían cierto control en el centro histórico respecto a la informalidad que trataba de enquistarse. Sin embargo, al día de hoy, gran parte de las calles, esquinas, veredas e incluso pistas están ocupadas por vendedores ambulantes.
Esto es una clara muestra de que la informalidad le está ganando la guerra a las autoridades. La Municipalidad Provincial de Arequipa ha hecho uno que otro esfuerzo por combatir esta problemática. Incluso algunas municipalidades como la de A.S.A. por ejemplo, certificaron a varios emolienteros en su distrito.
Muchos ciudadanos consideran que ya se está viviendo la peor fase de la informalidad, debido al caos que este origina y la toma de las veredas. Sin embargo, puede complicarse mucho más. La avenida los Incas, es un claro ejemplo de que tan grave puede acrecentarse esta situación. Prácticamente, en dicha calle, se vive un caos social sin precedentes, tanto es así que la informalidad trajo consigo la prostitución y el aumento de robos.
Hay dos caras de la moneda cuando uno analiza a profundidad este problema. Por ejemplo, la calle San Juan de Dios en Ormeño, también fue ocupada hace ya bastante tiempo, pero ahora con más intensidad por el comercio ambulatorio. Muchos de los ciudadanos que se dedican a vender en las calles tienen una situación muy complicada a nivel económico y personal.
Mirtha Mamani, una vendedora de avanzada edad trata de salir adelante vendiendo fruta. Está sola y vive una complicada situación que la obliga a vender en las calles. Ante la falta de apoyo, Mirtha se acomoda como puede y trata de ganarse la vida cada día en la calle San Juan de Dios. Las autoridades, que están en toda su facultad, le han obligado a desalojar el lugar en varias oportunidades.
Así como Mirtha Mamani, hay muchos otros casos de personas que realmente necesitan ayuda y que las autoridades si bien están en todo su derecho de retirarlas, la situación debería centrarse en darles facilidades y oportunidades. Un caso parecido atraviesa Don Fidel Huayta, un ex trabajador de una gran empresa privada y a quien la pandemia le arrebató todo. La necesidad de llevar dinero al hogar lo obliga hoy a vender chompas en las calles, narra que él nunca pensó verse en estas dificultades. Esta complicada condición la atraviesan muchos arequipeños que decidieron retirar sus CTS y AFPs y diversos ahorros.
Ser parte de las normas estatales resulta muy caro para muchos vendedores ambulantes. Es por eso que varios de ellos corren el riesgo y tratan de vender lo que pueden.
POSIBLES SOLUCIONES:
Se debería brindar, al menos como una solución inmediata, incentivos a los trabajadores independientes para ser formales. Creando el Registro Nacional de Trabajadores Independientes (RNTI), donde los trabajadores que pertenezcan a él serán elegibles para ser beneficiarios de servicios empresariales brindados por el Estado, además de acceder a prestaciones de seguridad social, como el seguro de salud y acceso al sistema.
Es necesario simplificar los procesos administrativos y reducir la burocracia para registrar y mantener una empresa formal. Esto puede incluir la creación de ventanillas únicas y la digitalización de trámites. Así mismo, diseñar programas que incentiven a los negocios informales a registrarse formalmente, ofreciendo beneficios como reducciones fiscales iniciales, acceso a créditos blandos o asesoría empresarial gratuita.
Finalmente, teniendo en cuenta el desconocimiento de muchos vendedores respecto a trámites para ser parte de la formalidad, se deberìa implementar programas de educación financiera y empresarial dirigidos a los emprendedores informales, para que comprendan los beneficios de la formalización y adquieran las habilidades necesarias para gestionar un negocio formal.