Por: Carlos Meneses

El mensaje del 28 debe ser de esperanza y de rectificación de errores.

En vísperas del mensaje presidencial por Fiestas Patrias, la mayoría de peruanos han pedido a Dina Boluarte que dé preferencia a los temas de seguridad y de lucha contra la corrupción en la alocución que presentará, en el Congreso, sobre temas que resumen la labor del gobierno en el 2024 y lo que hará en los siguientes 12 meses.

Es de esperar que estos deseos sean respondidos por la señora Boluarte, pero todo indica, por la fórmula escogida para la nueva Junta Directiva del Legislativo, que lo que tendremos finalmente será más de lo mismo. Es decir que el frente democrático que ha gobernado el Parlamento durante la gestión de Alejandro Soto, intentará la aplicación de la misma política que la población recusa y que obliga a demandar un cambio de actitud para dar seguridad de que el proceso electoral próximo será adecuado a las exigencias colectivas, al menor gasto y a una oportunidad de desarrollo que todos deseamos.

El que se revele que el 51% de los peruanos solo alcanza a llevar a sus bocas el alimento de una comida por día es deplorable y tiene que cambiar. Eso es lo que esperan los peruanos que diga la propia presidenta invitándolos a un gran proceso de salvación que signifique también atención preferente a la desocupación, a la estabilidad económica y a un prudente manejo de la cosa pública para que no tengamos que lamentar lo que ahora sufrimos en hospitales y colegios en informalidades y en corrupción.

La reunión del Consejo de Ministros realizada resulta útil para que se ajuste a los deseos de todos los jefes de despachos ministeriales una política de sincerar verdades y de alentar un incremento de empleo en todo el país.      

SUMILLA