Estado de emergencia

Por: Carlos Meneses

Desde ayer rige el estado de emergencia en la provincia de Islay con el exclusivo propósito de limpiar las contaminadas aguas del río Tambo afectadas por malsanas consecuencias de filtraciones mineras provenientes de Aruntani, yacimientos que se encuentran en Moquegua y que han causado daños a la agricultura de Islay.

Es bueno señalar que esta es la primera ocasión en que el estado de excepción se aplica en el país por algo que no sea delincuencial. En Pataz y Trujillo se han prorrogado los estados especiales que fueron consecuencia de ataques a compañías mineras regulares y que están sometidas a protección de policías y soldados.

El Ministerio de Agricultura está a cargo de las tareas de descontaminación del río Tambo y la coyuntura no debe ser aprovechada como parte de los procesos que dificultan tratos en favor de Tía María. Se trata de cuidar las riquezas naturales de Islay que estaban siendo dañadas por mezclas tóxicas que procedían de Aruntani y que causaron baja en el rendimiento de las tierras, por las cuales también luchan los trabajadores del campo que se oponen a la explotación de La Tapada y Tía María.

El ministro de Energía y Minas participa de los esfuerzos, estimando que lo de Aruntani perjudica la paz social de esa provincia y también la participación política de sectores arequipeños de izquierda que reclaman el cumplimento de promesas de la presidenta Boluarte en contra de Tía María; que no se mezcle un problema con el otro es la solución que busca el régimen de Boluarte.

SUMILLA

El único estado de emergencia que hay en el país que no está vinculado a asuntos delincuenciales es el de Tambo en procura de evitar daños a la agricultura de la zona.

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