En Arequipa los celulares dominan a los niños y relegan los juguetes y el deporte

Las pantallas digitales crean humanos con una salud física y mental deteriorada.

Por Danna Felipe B.

Para nadie es un secreto que los niños tienen una energía arrolladora, pero en vez de que los padres hagan que sus hijos la derrochen jugando o practicando uno o varios deportes, muchos de ellos deciden mantenerlos en casa y darles una pantalla digital para silenciar cualquier ruido.

LOS JUGUETES

Julio Abarca, decano del Colegio de Psicólogos de Arequipa, afirmó que los juguetes representan el primer contacto del ser humano con su autonomía. No hace falta que alguien esté con ellos; por sí mismos, los niños descubren, imaginan y, finalmente, crean. Trabajan todos sus sentidos.

Resaltó que lo bonito de los juguetes es que cualquier objeto puede convertirse en uno. Seguro alguna vez la escoba fue tu caballo o una botella tu pelota. Los pedazos de madera y tubos regados por la casa también fueron pistolas y escopetas.

El psicólogo recuerda que los niños no hablan con el celular ni duermen abrazados a él. La inteligencia emocional está presente en este tipo de juegos. Subrayó que, al darles una pantalla, los padres indirectamente están aislando a sus hijos de la realidad, generando capacidades contraproducentes, como la falta de confianza. No les permiten aprender y sentir, tal como lo hacían los grandes inventores en sus inicios.

Preocupantemente, cada vez son más los que omiten sus responsabilidades. No obstante, estos coloridos objetos aún compiten con la tecnología, y el profesional no estima que pronto haya un ganador.

EL DEPORTE

Susan Camacho, madre de dos niños de 5 y 3 años, sabe que la niñera por excelencia del siglo XXI es la tecnología. Para no recurrir a ella, decidió inscribir a sus hijos en clases de judo. El mayor, Leonardo, fue el primero en vestir el judogi.

Él cuenta que le gusta este deporte porque puede correr, dar volteretas y, en especial, ganar medallas. El niño ya acumula tres, dos de ellas de oro. Susan aseguró que, con el tiempo, los beneficios del deporte en la salud física y mental de los pequeños judokas se han hecho notar. Sus hijos son más seguros de sí mismos.

Sin duda, la madre siempre está con ellos, apoyándolos, y le encantaría algún día verlos competir fuera del país. Leonardo y Diego practican judo los lunes, miércoles y viernes, y natación los sábados y domingos.

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