La izquierda chilena
Por: Carlos Meneses
El respeto a los cánones democráticos es conveniente para bien entenderse con la derecha e izquierda de Chile que todavía siente lo que fue la barbarie de Pinochet.
El presidente de Chile, Gabriel Boric es el indiscutible líder de la izquierda democrática en América Latina, también ha sido claro y rotundo en desconocer la presunta y fraudulenta victoria, en Venezuela, de Nicolás Maduro, quien siendo izquierdista es también un totalitario, además, enemigo jurado del respeto que merecen las ánforas.
Boric no ha tenido dificultad para diferenciarse de Maduro, del cubano Díaz Canelo y del mexicano López Obrador y tampoco ha dudado en colocarse lejos de Daniel Ortega y hasta del brasileño, Luis Lula da Silva.
Es muy importante resaltar que Boric teniendo más o menos el mismo tiempo al mando de un país sudamericano tiene, según encuestas, el 39% de respaldo ciudadano. Esto demuestra que el régimen que lidera es de izquierda moderada que tiene respaldo en la mayoría de los habitantes de ese país.
El mandatario chileno acaba de anunciar en forma categórica que no considerará la administración gubernamental de Maduro, a pesar que el poder judicial de Venezuela lo ha reconocido como triunfante de las elecciones sin evidenciar pruebas ni permitir auditorías extranjeras para verificar las votaciones a favor de quien no quiere dejar el poder en Caracas.
Boric es un izquierdista moderado respetuoso de cánones de gobierno democrático, está haciendo un gobierno a todas luces aceptable y sólo perturbado por los afanes de otras izquierdas que se confunden con los modelos desactualizados de una izquierda que a veces hace guiños a los gobernantes cubanos y a otros extremistas lejanos como Rusia y China.
Ha merecido y tiene el respeto del líder de la derecha que gobierna Argentina y tiene por él una consideración muy especial el gobierno de Washington.