Por Carlos Meneses

La descentralización está abandonada por los últimos gobiernos nacionales y la consecuencia son obras paralizadas en todo el país y especialmente en Educación, Salud y Caminos.

Werner Salcedo, presidente de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales (ANGR), aseguró que la presidenta de la República, en reunión sostenida con los gobernadores del sur del Perú, prometió que se considerarán las peticiones económicas de atención hacia las obras públicas descentralizadas que se realizan con recursos fiscales.

En la misma cita se observó que las deficiencias económicas son determinantes de las paralizaciones y que traen como consecuencia arbitrajes, incumplimiento de entregas, además de dificultades de orden técnico que proceden básicamente del gobierno central. Ante estos hechos debe recordarse que no es la primera vez que esto ocurre, pero sí que la propia mandataria se haya constituido en Arequipa, y concretamente en Cerro Juli, para escuchar y asumir el compromiso que ahora tendrá que satisfacer el Ministerio de Economía.

La verdad es que la descentralización ha sido borrada del calendario de acciones no solo de la administración actual, sino de anteriores regímenes que han descuidado especialmente los sectores de Educación, Salud y Carreteras.

El caso es más grave en el sur de la República, secularmente abandonado por el gobierno central y en los rubros indicados, es peor aún el problema que en esos sectores se confronta por el poco o ningún reclamo de las representaciones parlamentarias correspondientes.

Es de esperar que la promesa presidencial se cumpla para que los colegios sean mejorados, también los hospitales y postas médicas y que ante el carácter de sísmica que tiene la región sureña se tenga en especial consideración lo que aquí está ocurriendo.