Tradicional “Riqch’achikuy” en honor a Virgen de La Natividad

CUSCO

La feligresía católica de la ciudad del Cusco participó esta madrugada del tradicional “Riqch’achikuy” o procesión que anuncia la proximidad de la festividad en honor a la Virgen de La Natividad, del distrito de Santiago.

Los fieles, mayordomos (organizadores de la fiesta) y las cuadrillas de danzas, se constituyeron a las tres de la madrugada en los accesos del templo colonial de La Almudena, para participar de la singular manifestación religiosa, en la que las mujeres son protagonistas.

La bella escultura morena de Nuestra Señora, salió como cada 29 de agosto de cada año, a ser llevada en andas por grupos de jovencitas y adultas por las calles Almudena y Hospital hasta el centro histórico de la ciudad del Cusco, y luego retornó a su recinto por una vía paralela.

“Con el Riqch’achikuy le decimos al pueblo de Cusco ‘¡Despierta, ya llega el cumpleaños de mamá!’ y lo hacemos como mucho cariño, y eso nos anima a prepararlo en un ambiente de oración y amor a nuestra madre”, explicó el padre Hugo Condori Valero, párroco de la Almudena.

El Riqch’achikuy, según el párroco, se desarrolla desde siglos atrás, siempre a la misma hora (tres de la madrugada) y con la misma esencia, aunque con algunos pequeños cambios en las últimas décadas, por la masiva concurrencia de fieles.

Durante esta manifestación, los mayordomos ofrecen ponche caliente y torta, para evitar el frío de agosto; mientras que otro grupo de jóvenes detona arranques o cohetes, o enciende portales de fuegos artificiales, usuales a la llegada de la santísima imagen.

La presencia masiva de las damas, de diferentes edades, según la tradicional oral, se debe a que las jóvenes se encomiendan a ella por milagros, entre ellas, que les conceda concebir un bebé u otorgue un buen porvenir, mientras que las adultas le ruegan por la salud y bienestar, además de agradecerle por los milagros concedidos.

“Yo vengo desde San Jerónimo (distrito al sur de Cusco), ya son siete años que participo, y después de cargarla siento paz, tranquilidad, me da esa sensación de felicidad”, contó Ruth Chullo, recordando que a los 15 años fue la primera vez que tomó las andas de “Mamá Nati”.

Esta procesión culminó alrededor de las 7 de la mañana con una multitudinaria misa que en esta ocasión fue oficiada por monseñor Richard Alarcón Urrutia, arzobispo metropolitano de Cusco, posteriormente la feligresía retornó a casa y se alista para los días 7, 8 y 9 de setiembre, fechas en la que la fiesta en honor a la virgen es más intensa.

La imagen de “Mama Nati” lució con frutas y hortalizas que le suelen colocar sus devotos al pie de la escultura, y junto a los alimentos también se evidenciaron flores multicolores, aquella que en la víspera fueron parte del tradicional T’ika Apaykuy, o llevado de flores, que partió desde la plaza San Francisco.

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