Arzobispo celebró misa del Divino Niño en coliseo Arequipa
Por: Juan Palo R. Fotos: Jorge Esquivel
El coliseo Arequipa fue testigo de la gran devoción hacia el Divino Niño Jesús. Entre cánticos y aplausos, miles de fieles participaron en la misa de fiesta en su honor. La celebración eucarística estuvo presidida por el arzobispo de Arequipa, monseñor Javier del Río Alba.
CRECE DEVOCIÓN EN LA CIUDAD
Miles de niños, jóvenes y adultos se congregaron ayer en las graderías del coliseo Arequipa para rendir honores, con mucho amor y fe, al Divino Niño Jesús, considerado por los arequipeños como muy milagroso. Centenares de asistentes portaban imágenes, cuadros y estampas en sus manos.
Los fieles del milagroso Niño Jesús, figura divina católica convertida en un símbolo religioso popular, tuvieron un reencuentro emotivo después de tres años, luego de que toda reunión fuera suspendida por la pandemia de la COVID-19.
Durante la santa misa, el arzobispo de Arequipa, monseñor Javier del Río Alba, resaltó el gran fervor de los pobladores, quienes mostraron mucho cariño y devoción. Además, destacó la importancia de cuidarnos, protegernos de todo peligro y darnos fortaleza.
Sin duda, la celebración en honor al Divino Niño Jesús se está convirtiendo en uno de los actos religiosos más importantes y celebrados en Arequipa, extendiéndose a diversas zonas y distritos de la región, ya que es una de las advocaciones católicas que conmemora la infancia de Jesús de Nazaret.
A la salida del coliseo Arequipa, donde se reunieron unas siete mil personas, los asistentes manifestaron su agradecimiento por las bendiciones recibidas y aseguraron haber presenciado una serie de milagros, como lo corroboró el presidente de la Asociación de Devotos del Divino Niño Jesús de Arequipa, José Luis Cornejo. Además, mencionó que «durante la pandemia, miles de arequipeños se aferraron al Divino Niño para superar los momentos difíciles».
CRECE LA DEVOCIÓN
La devoción al Niño Dios creció en Arequipa después del terremoto del 23 de junio de 2001, cuando los creyentes comenzaron a celebrar misas en su honor. La principal se realizó en la iglesia La Recoleta, y lo mismo ocurre actualmente en diversas parroquias de distintos distritos.
EN ALTO SELVA ALEGRE
En el distrito de Alto Selva Alegre, los niños del sector de Pampas de Polanco recibieron una recepción con sorpresas y regalos por parte de los devotos del Divino Niño Jesús de la urbanización Antonio José de Sucre.
«Antiguos escritos indican que la devoción al Divino Niño comenzó en el monte Carmelo (Israel), donde, según la tradición, Jesús solía pasear y rezar frecuentemente con sus padres, San José y la Virgen María, y sus abuelos, San Joaquín y Santa Ana».
En América, en el año 1914, se estableció en Colombia como evocación y se le venera en la parroquia del Divino Niño, en el barrio 20 de julio de Bogotá. Luego, la devoción se extendió por Latinoamérica, incluyendo Perú.