La refinería de Talara y el interés de los peruanos
Por: Carlos Meneses
El problema debe tener, ahora y no mañana, una solución radical y efectiva que confíe a entendidos lo que debe hacerse con una refinería virtualmente quebrada.
Nadie puede discutir hoy que el problema de la refinería de Talara embarga, especialmente, a los responsables del manejo de la economía y a quienes pueden sufrir graves consecuencias, si no se encuentra una solución que salve más de USD 6 mil millones que han sido comprometidos de las arcas fiscales en favor de una empresa que no ha evidenciado responsabilidad para bien conducirla.
Las organizaciones empresariales han emitido un pronunciamiento categórico para que el gobierno tome medidas, que no dejen las cosas como están si no que las cambien, contratando a un grupo de expertos que puedan salvar los recursos comprometidos y no como pretende el Ejecutivo de solamente prolongar la agonía de Talara por 3 años, tiempo en el que vencería la obligación de pago de USD 700 millones.
El ministro de Economía y el titular de Energía y Minas son los grandes responsables de aceptar la propuesta del directorio de Petroperú para permitir que expertos intervengan en el problema y se disminuyan los egresos provenientes de la refinería, a la vez que evitando la paralización de la misma.
Nadie en el Perú ha opinado igual al Ejecutivo que pretende prorrogar el estado de cosas pendientes hasta el 2027. Hay que actuar inmediatamente y el criterio unánime de empresarios y de entendidos es el de hacerlo, hay que darle poderes al directorio para poner en práctica un programa de salvamento para que a los errores del pasado no se sume el que pretende consumar el gobierno de Boluarte.