Roy F. Cárdenas Velarde

Un niño sentado a mi lado lloró y se asustó al ver los impactos ocasionados por las lluvias ácidas en el ambiente. Como consuelo, tuvo de su madre la expresión: es solo una película, algo que me dejó pensando sobre el futuro de ese infante.

El Perú ha sido víctima de este tipo de desastre climático, así como de otros, que han traído impactos en el ambiente, economía y la vida de las personas.

En la costa, por ejemplo, tenemos los impactos generados por el Niño-Oscilación del Sur (ENOS), abordados en la Tercera Reunión de Altos Funcionarios del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), realizada el mes pasado, y a la que tuve la oportunidad de asistir.

Respecto a la sierra tenemos fríos extremos en las partes más altas de nuestro país, lo que ha ocasionado impactos en la salud y economía de sus habitantes. Mientras que en la selva tenemos altas temperaturas que han conllevado sequías extremas y a altas probabilidades de sufrir estrés. Por lo mencionado, no me atrevería a afirmar que “es solo una película”, si bien la trama del filme constituye una ficción, si se tratase de películas basadas en desastres naturales, el Perú podría liderar la lista de las más taquilleras.

No debemos perder de vista que, según el Informe sobre Riesgos Globales 2024, en 10 años eventos los extremos de agua, el cambio crítico en los sistemas terrestres, la pérdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistemas y la escasez de recursos naturales, serán los riesgos ambientales que representen la mayor preocupación. 

Entonces, ¿qué le espera al Perú? Bueno, sabemos que el cambio climático es el peor “presente” que pudo darle el hombre al planeta, y que la diferencia entre un fenómeno y un desastre natural radica en la capacidad de respuesta para evitar pérdidas lamentables. Siendo así, debemos atacar esos frentes: 

–El primero, relacionado con las causas del cambio climático y la modulación de nuestras conductas. 

–El segundo, tener una acción propositiva frente a los fenómenos naturales. Como lo señaló el exgobernador de la región Ica Fernando Cillóniz el año pasado en el programa Punto Medio, el clima del Perú es predecible, así como sus fenómenos. Por lo que es razonable pedir al Estado una intervención preventiva. 

Como vemos, la ficción del referido filme debe llevarnos a la reflexión respecto a cómo vamos, pudiendo quizás afligirnos, pero la historia nos ha demostrado que la preocupación es el preludio de la acción.