*El argentino nacionalizado peruano considera que todos los partidos que se vienen para FBC Melgar son durísimos y por eso hay que poner más en la cancha. Asegura que el apoyo del hincha será un factor importante en la recta final del torneo. “Hay que ser inteligentes”, le dijo a El Pueblo en la siguiente entrevista.  

A sus 36 años, Horacio Orzán se ha convertido en pieza clave en el once titular del FBC Melgar. Es el motor del medio campo para organizar juego y cortar las ideas del rival. Procura no desgastarse pensando en factores externos del torneo y no caer en provocaciones. Pide un esfuerzo más al equipo y a los hinchas en una recta final del torneo que será durísima.

Dirigido, en el año 2013, por el “Tata” Martino y siendo campeón en Argentina, asegura que estará en las canchas hasta que pueda rendir de la mejor manera. Con Melgar tiene contrato hasta fines del 2025.

¿Cuál es la evaluación que haces a Melgar hoy?

-Después de ganar todos estamos muy bien. El triunfo (ante Comerciantes) era muy importante para estar arriba en las dos tablas y seguir dando pelea por el título. Cuando no se gana es todo lo contrario. A uno no le gusta perder, se sienten las derrotas porque somos competitivos. Sabemos reponernos y eso es lo que hicimos en el último partido.

¿Crees que hay factores externos con los que también se tiene que pelear?

-Si hay alguien que tendría que hablar sobre el tema, si existieran factores externos, son los dirigentes del club. Nosotros tenemos que tratar de no desgastarnos en eso y enfocarnos en los partidos que se vienen, quedan pocas fechas y van a ser seguidas, todo será muy rápido en la recta final.

El trajín y orden tuyo en medio campo es muy importante para el equipo.

-Trato de leer los partidos para apoyar al equipo en cortar las ideas del rival. Es lo que trato de hacer siempre. La entrega es la misma de siempre. En la recta final donde todos los equipos van definiendo cosas hay que hacer un esfuerzo más.

En el último partido vimos como los rivales te provocaban para una posible mala reacción tuya.

-Sí, me chocaron sin ningún sentido cuando yo no tenía la pelota. El rival me siguió y yo traté de alejarlo a él del juego. Normalmente no caigo en provocaciones, la última vez que me expulsaron tomé malas decisiones por el impulso del partido. El equipo aprendió de lo que nos pasó con la U y hay que ser inteligentes.

¿Consideras que todos los partidos que se vienen serán reñidos o hay rivales flojos?

-En la tabla el rival directo es Alianza Lima, pero no me canso de decirlo, con todos los años que tengo en el fútbol es un hecho que la lógica no juega. Todos los rivales son duros, ahora jugamos de local, pero contra Mannucci será un partido muy, muy difícil porque están peleando la baja. Hay que analizar a cada rival como lo que es y lo que se está peleando hasta la última fecha, se vienen partidos durísimos.

¿Cómo te sientes como futbolista a los 36 años? En el mejor momento de tu carrera, fuiste campeón con Newell’s Old Boys.

-Los colores de Newell’s y Melgar son idénticos, eso es bueno. La gente aquí nos ha tratado siempre con respeto, lo dije desde que llegué. Yo en el campo de juego trato de retribuir el cariño del hincha. Yo quiero ser útil y competitivo con la camiseta porque es lo que se merece el club y su gente. Gracias por el cariño impagable a mí y mi familia. Me cuido al máximo, cada día hay más cariño por el club. Si sigo aquí será hasta cuando pueda competir. No me quedaré por un capricho o hacerle un daño al equipo.  

¿Melgar es candidato al título?

-Si lo dicen es porque estamos demostrando que podemos dar la pelea por el mismo. Si seguimos compitiendo de esta manera sería lindo para nosotros. No me genera presiones, me gusta ese título antes de que sea al revés.

¿Cuál será el papel del hincha en la recta final?

-Me pone feliz cada vez que llenamos la cancha o van muchos hinchas. Es muy lindo jugar a estadio lleno, se disfruta muchísimo. Ojalá que en los partidos que nos quedan de locales la gente nos acompañe, sería buenísimo para nosotros. El domingo hay una nueva oportunidad de encontrarnos.