Dr. Raúl Alarco

REFLEXIONES

Semanas atrás, la Sociedad Americana Contra el Cáncer (ACS), publicó un estudio en la revista científica The Lancet Public Health, en la cual reveló un incremento en los casos de cáncer diagnosticados en Estados Unidos entre el 2000 y 2019, principalmente en la generación X (44 a 59 años) y millennials (28 a 42 años).

Globalmente, se prevén más de 35 millones de nuevos casos de cáncer en el 2050, lo que supone un aumento del 77% con respecto a los 20 millones de casos estimados en el 2022, según la OMS. El tabaco, el alcohol y la obesidad son factores clave en el aumento de la incidencia del cáncer.

En el Perú, los millennials también son víctimas de cáncer. De acuerdo con la Dirección de Prevención y Control de Cáncer del Minsa, la incidencia de cáncer en jóvenes es de dos a tres veces más recurrente que en la población adulta mayor.

Según Oncosalud, la aparición de cáncer en los jóvenes está relacionada con su estilo de vida, que a menudo incluye malos hábitos alimenticios, falta de actividad física y sobrepeso. Además, el estrés, el alcohol y el tabaquismo también contribuyen al riesgo de desarrollar dicha enfermedad.

De acuerdo con la ACS, los problemas en la calidad del sueño también se han asociado con un mayor riesgo de cáncer. No dormir lo suficiente (menos de 7 horas por noche) se ha vinculado con un mayor consumo de alimentos, obesidad y síndrome metabólico que a su vez elevan la probabilidad de desarrollar varios tipos de cáncer.

Debido a este panorama, es fundamental considerar no solo la aparición inicial del cáncer, sino también la posibilidad de su reaparición, que ocurre cuando las células cancerosas regresan después de un tratamiento. Esta puede estar influenciada por muchos de los mismos aspectos que contribuyen a su desarrollo inicial. Por ejemplo, el riesgo de reaparición del cáncer de mama puede ser mayor en mujeres con sobrepeso y baja ingesta de frutas y verduras, mientras que, en el cáncer de próstata, puede aumentar en hombres que consumen grasas saturadas.

En el Perú, los costos de tratar el cáncer sin seguro pueden ser muy elevados, oscilando entre 200,000 y 450,000 soles. Por ello, ante la posibilidad de una reincidencia, es esencial estar protegidos con un programa que no solo ofrezca cobertura especializada, sino que también brinde apoyo psicológico y acceso a tecnología médica de calidad.

Bajo ese contexto, Oncovida surge como una respuesta necesaria para brindar esta protección, convirtiéndose en un aliado clave para quienes han enfrentado la enfermedad y están expuestos a padecer un segundo cáncer primario.