Los grandes arequipeños de los siglos XX y XXI
Por Carlos Meneses Cornejo
Jaime Rey de Castro fue diputado por Arequipa e íntimo amigo de José Luis Bustamante y Rivero.
ESPECIALES: LOS AREQUIPEÑOS QUE YO CONOCÍ
Entre los grandes que yo he conocido hubo un ciudadano que nació en Arequipa, el 6 de mayo de 1921, cuando el Perú recordaba los primeros 100 años de Independencia, que fue generoso consejero oportuno de todos aquellos que tuvieron que ver con políticos, empresarios y estudiosos del desarrollo. Falleció en 1999, a los 78 años y en su quehacer diario también destacó por una obra educativa en ayuda de los niños con Síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales a través de Unámonos, una institución que realiza obra fecunda desde hace años.
Jaime Rey de Castro, que así se llamaba este inspirador, fue definido por Juan Guillermo Carpio Muñoz como abogado y jurisconsulto, político brillante, asesor y gerente empresarial que solo tuvo 2 amores en su vida.
El primero fue su esposa Emilia Llosa García, miss Primavera de 1940, quien fue coronada en el Teatro Olimpo el 25 de setiembre, según información del diario El Pueblo. Ella superó los 100 años de edad y después de que se enamoraron a los 14 y se casaron el 27 de julio de 1946.
Provenía de una familia política y con el mismo afecto con que su esposo trabajó por los niños de la institución Unámonos, ella les entregó lo mejor de su vida. Emilia Llosa García fue hija de Luis Llosa y Abril.
Jaime Rey de Castro inicialmente figuró como político aprista y colaborador eficaz de José Luis Bustamante y Rivero, gran jurista de la Ciudad Blanca.
Jaime Rey de Castro rompe con el APRA por el acuerdo de convivencia entre apristas y odriistas en contra del gobierno constitucional de origen en el Frente Democrático que se fundó en Arequipa, después se alineó con el movimiento social cristiano, fue detenido y encarcelado por el régimen de Manuel A Odría. El 15 de julio de 2017, Rey de Castro se enfrenta a los abusos de poder cuando ya tenía 95 años, estaba lúcido con buena memoria y dedicado a trabajar en su obra.
De otro lado, su esposa Emilia Llosa tuvo el dolor de perder a una hija y compartía con su esposo visitas diarias a la institución Unámonos en la que enseñó a querer a los desvalidos y discapacitados.
Rey de Castro tuvo presencia en la Universidad Nacional de San Agustín (Unsa) para activar la Federación de Estudiantes del Perú y en 1950 intervino en la revolución de Arequipa bajo la conducción de Francisco Mostajo, fue elegido diputado en 1956 y formó parte del grupo demócrata cristiano.
También fue gerente de la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa (CCIA) entre 1947 y 1956 y gerente general de la Compañía Cervecera del Sur, premiado por el Instituto Peruano de Administración de Empresas (IPAE) y condecorado por el gobierno peruano.
Quienes lo conocieron recuerdan que en su residencia de Cayma había un letrero en el que decía que: había que hacer el bien, sin averiguar previamente los antecedentes de quien pedía su consejo y que quería que lo reconocieran como un hombre de bien que vivía permanentemente enamorado de su esposa a la que conoció cuando tenía 14 años y él 15.
En 1939, ingresó a la Unsa para estudiar letras y derecho y se recibió de abogado en 1946, ese mismo año se casó. Acostumbraba visitar el local del periódico Arequipa al Día que quedaba muy cerca de Unámonos para enterarse de lo que decían los diarios y durante meses tenía un escritorio a su disposición para tomar datos de las actividades que realizaban instituciones de beneficencia.
Era frecuente verlo tomado de las manos de los niños que procuraba ayudar a cruzar calles o a preguntarles cómo los trataban los maestros y en más de una oportunidad lo vieron ayudar a estudiantes que alcanzaban la mayoría de edad especializándose en manejo de artes manuales en las que era un experto.
Cuando él muere la institución Unámonos que presidía fue asumida por su esposa.