Por: Carlos Meneses

Los gobiernos regionales y municipales deben colaborar en el empeño de disminuir la delincuencia en el país.

El gobierno municipal de Lima Metropolitana ha decidido invertir dinero de la comuna en crear un organismo de apoyo a la Policía Nacional del Perú (PNP) ante la inseguridad derivada de los grupos delincuenciales que actúan en Lima y que ahora atentan contra el transporte público formal e, incluso, informal. Es que los limeños, así como los liberteños y piuranos no soportan más las condiciones que se están viviendo en ciudades donde impera el sicariato y la violencia callejera.

Rafael López Aliaga dice que creará un organismo paralelo de inteligencia para combatir la angustia que afecta a millares de personas o el asesinato que ahora se comete sin ninguna limitación en la capital de la República.

La indignación de López Aliaga es comprensible y es una llamada de atención para con un gobierno que no encuentra solución a semejante problema, administración que tampoco puede encontrar a gente que está prófuga de la justicia desde hace más de un año y que para ubicarla ha optado por ofrecer una recompensa a quien dé información que facilite su captura.

Podemos sentirnos satisfechos por la decisión de la presidenta Dina Boluarte de renunciar a un viaje a la Asamblea General de las Naciones Unidas para atender problemas internos como los incendios forestales, la delincuencia existente y el hecho de que se llegue a extremo de pasar propaganda a favor de la banda de Los Pulpos que hace terrorismo en Trujillo.

Si el gobierno no hace algo eficaz, las mafias seguirán imperando en el país y la ciudadanía indignada continuará reclamando la atención que requiere el tratamiento de este asunto.