Lo que queda por conversar
Por: Carlos Meneses
Los daños que han causado los incendios en la producción nacional serán duraderos y nos seguirán perjudicando en un futuro inmediato.
Ha sido acertada la decisión de la presidenta Dina Boluarte de renunciar a plantear una reconsideración del acuerdo congresal con respecto a su decisión de ir a la Conferencia de la Asamblea General de la ONU. Comprendemos que en la cita mundial había muchas cosas que ver en relación a la cita APEC que el Perú mantendrá a fines de este año, pero la emergencia de los siniestros en los campos forestales lo hacían indispensable y conveniente a los intereses nacionales.
Lo otro puede realizarse hasta fin de año en que terminará la gestión de la gobernante peruana como presidenta temporal del APEC y sobre todo por los diálogos que serán posibles con los presidentes de naciones tan importantes como China y los Estados Unidos que hoy o mañana tendrán resultados importantes para Perú, pero los requerimientos exigían dar preferencia al tema antes que al viaje a las Naciones Unidas.
No creemos que haya que lamentarse por la decisión adoptada, al contrario, era necesaria y a todas luces conveniente; más aún si se tiene en cuenta, como lo ha manifestado la propia señora Boluarte, que se trataba solo de convencer a quienes estaban interesados en crear un problema que se podía evitar para atender primero la emergencia de los incendios.
Si es necesario acudir a la ayuda extranjera hay que pedirla y si no lo es podemos ayudar a países hermanos que confrontan una situación similar y que requieren atención porque la consecuencia de lo que está pasando no terminará ni siquiera en este año, sino en el futuro cercano porque los terrenos dañados no se repararán fácilmente y menos si hay disminución de lluvias.