Arequipa y su Minería: un Análisis del Impacto Económico y Social
La minería en Arequipa sigue siendo uno de los pilares fundamentales del crecimiento económico y el desarrollo regional representando un 32% del PBI regional. Con una rica tradición minera, la región ha consolidado su posición como una de las más importantes productoras de minerales en el país, destacando en la extracción de cobre, oro y molibdeno.
A lo largo de los últimos años, la minería ha generado importantes ingresos a través de exportaciones, creación de empleo y transferencias de recursos como el canon y las regalías mineras, que han impulsado proyectos de infraestructura y bienestar social. Sin embargo, este sector también enfrenta retos, desde fluctuaciones en los niveles de producción hasta la recuperación de la inversión tras la pandemia.
PRODUCCIÓN
Entre enero y julio de 2024, la producción de cobre en Arequipa alcanzó las 265 424 toneladas, lo que representa una caída del 5.7% en comparación con las 281 554 toneladas extraídas en el mismo periodo de 2023. A pesar de esta baja, Arequipa se mantiene como la tercera región productora de cobre a nivel nacional, aportando el 17.54% del total del país, solo superada por Moquegua, que ocupa el primer lugar, y Áncash, en el segundo.
En cuanto a la producción de oro, la región mostró un crecimiento. Durante el mismo periodo de enero a julio de 2024, Arequipa produjo 12 630 839 gramos, un 3% más que los 12 259 794 gramos extraídos en 2023. Esto posiciona a Arequipa como la segunda mayor productora de oro del país, representando el 20.9% de la producción nacional, solo por debajo de La Libertad, que ocupa el primer lugar.
De otro lado, la producción de molibdeno en la región sufrió una caída considerable. Entre enero y julio de 2024, Arequipa produjo 5108 toneladas, un 20.5% menos que las 6426 toneladas del año anterior. A pesar de esta disminución, Arequipa sigue siendo la tercera mayor productora de molibdeno a nivel nacional, con el 21.0% de la producción total, siendo superada por Moquegua y Tacna.
EVOLUCIÓN DE LA INVERSIÓN
La inversión minera impulsa el desarrollo de proyectos de gran envergadura, que pasan por diversas etapas: exploración, planificación, explotación y producción. En la región Arequipa, la inversión sufrió una caída promedio del 11.9% en los años previos a la pandemia, alcanzando su nivel más bajo en 2020 con solo 210 millones de dólares. A partir de ese momento, la inversión comenzó a recuperarse con una tasa de crecimiento del 28.6% hasta 2023; sin embargo, los 424 millones de dólares registrados en ese año aún no alcanzan los niveles pre-pandemia.
De otro lado, en el periodo de enero a julio de 2024, la inversión en proyectos mineros en Arequipa se ha incrementado notablemente, alcanzando los 278 millones de dólares. Esta cifra representa un aumento del 33.5% en comparación con los 208 millones de dólares invertidos durante el mismo periodo en 2023, lo que refleja un fuerte repunte en el interés por el desarrollo minero en la región.
Empleo directo generado por la minería:
EMPLEO DIRECTO
Arequipa se consolida como la principal región generadora de empleo directo en el sector minero a nivel nacional, salvo en 2021, cuando ocupó el tercer lugar. Antes de la pandemia, la región experimentaba una disminución promedio anual del 2% en empleos, alcanzando su punto más bajo en 2020 con 24 257 puestos de trabajo.
Sin embargo, desde 2021, el empleo directo ha mostrado una recuperación notable, con un crecimiento promedio anual del 7.7%. Para 2023, Arequipa alcanzó los 33 358 empleos directos en minería, lo que representa el 14.7% del total nacional, reafirmando su papel clave en la creación de empleo dentro del sector.
EMPLEO POR LAS EXPORTACIONES
Por otro lado, además de generar empleo de forma directa, las exportaciones también impulsan la creación de puestos de trabajo en tres niveles clave que fortalecen la economía local. En primer lugar, el empleo directo se refiere a aquellos trabajadores que están involucrados en las operaciones mineras mismas, desde la extracción hasta el procesamiento y la comercialización de los minerales. En el caso de los empleos directos, ha habido una tasa de crecimiento del 6% desde 2021, alcanzando su punto máximo en 2023 con 128 100 empleos.
En segundo lugar, el empleo indirecto abarca aquellos trabajos que dependen de la industria minera de manera complementaria. Estos incluyen a proveedores de insumos, equipos, transporte, así como servicios de ingeniería, logística y mantenimiento, que son esenciales para el funcionamiento continuo de las empresas mineras. Los empleos indirectos han crecido a una tasa de 5% desde 2021, alcanzando un máximo de 71 463 empleos en 2023.
Finalmente, está el empleo inducido, que surge como consecuencia del gasto de los trabajadores directos e indirectos en la economía local. Este efecto genera puestos de trabajo en sectores como el comercio, la educación, la hostelería y otros servicios, promoviendo un círculo virtuoso de crecimiento económico en las comunidades que rodean las zonas mineras. Los empleos inducidos han crecido a una tasa del 6%, alcanzando los 30 484 puestos en 2023.
Este impacto extendido del sector minero demuestra cómo la exportación de minerales no solo impulsa ingresos nacionales, sino que también fomenta oportunidades laborales a lo largo de diversas áreas de la economía.
TRANSFERENCIA DE RECUSOS
El canon minero es una transferencia económica que el Estado peruano realiza a las regiones productoras de minerales. Consiste en un porcentaje del impuesto a la renta que pagan las empresas mineras, y su objetivo principal es que las regiones que generan esta riqueza natural reciban una parte de los ingresos para financiar proyectos de desarrollo local y regional. En el caso de Arequipa, el canon minero ha sido una fuente fundamental de recursos, permitiendo la ejecución de obras de infraestructura, educación y salud, mejorando la calidad de vida de sus habitantes. En 2022, el canon minero alcanzó su punto máximo con 1119 millones de soles, según el Ministerio de Energía y Minas, aunque sufrió una disminución en 2023.
Por otro lado, las regalías mineras son un pago que realizan las empresas mineras al Estado por la explotación de recursos naturales no renovables. A diferencia del canon, las regalías no dependen de las utilidades de las empresas, sino de la venta de los minerales extraídos. Estas regalías son distribuidas entre el gobierno central, los gobiernos regionales y locales, y también se destinan al financiamiento de proyectos que promuevan el desarrollo económico sostenible en las regiones mineras. Las regalías mineras en Arequipa alcanzaron su nivel más alto en 2021.
Ambos mecanismos, canon y regalías, juegan un papel clave en la redistribución de los ingresos provenientes de la minería, permitiendo que los beneficios de esta actividad lleguen a las comunidades y se conviertan en una herramienta para cerrar brechas sociales y promover el desarrollo regional.
La minería en Arequipa continúa siendo un motor clave para la economía de la región y del país, a pesar de los desafíos en los niveles de producción y la inversión. Con una recuperación notable en el empleo directo y un impacto extendido en empleos indirectos e inducidos, este sector no solo contribuye a los ingresos nacionales a través de las exportaciones, sino que también genera oportunidades para miles de personas. Además, los recursos transferidos a través del canon y las regalías mineras siguen siendo vitales para el desarrollo de infraestructura y el bienestar en la región. Aunque Arequipa ha experimentado fluctuaciones, los avances recientes en inversión y empleo reflejan un futuro prometedor, donde la minería continuará siendo un actor fundamental en el desarrollo regional y nacional.