Arequipa continúa en recesión según cifras oficiales del INEI
Por Jorge Turpo Rivas
Arequipa figura entre las ocho regiones que tienen su economía en rojo. Hace tres trimestres que sus cifras de crecimiento están en negativo a pesar de que la economía nacional creció 3.6%.
SIN INVERSIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS IMPORTANTES
La economía arequipeña no mejora y la consecuencia directa son los altos índices de desempleo, menos oportunidades de desarrollo y menos posibilidades de reducir la pobreza. Según cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), Arequipa lleva tres trimestres consecutivos en recesión, es decir sus cifras económicas están en rojo.
Un informe de la Red de Estudios para el Desarrollo (Redes), revela que desde finales del 2023 la economía en Arequipa registra un preocupante decrecimiento. Esa situación se ha repetido los dos primeros trimestres del 2024. Es decir, de enero a junio de este año no hubo una recuperación y los indicadores siguen en negativo.
Por ejemplo, hubo una baja en la actividad agropecuaria de -11.9%. Esa cifra se generó, básicamente, por la menor producción de aceitunas (-71%), arroz cáscara (-20.9%) y papas (-18%).
Otro sector importante que también registró una considerable caída fue la construcción con -6.6%. Según Redes, esa cifra refleja la disminución en la inversión privada en autoconstrucción y a una menor ejecución de obras de infraestructura por parte del Gobierno Regional y las municipalidades.
El presidente de la Cámara Comercio e Industria, Julio Cáceres, dijo que en este 2024 había la expectativa de que el sector construcción sea uno de los principales impulsores de la economía arequipeña, pero en la realidad no se está dando, no sólo por el descenso de la autoconstrucción, sino porque no hay inversión privada ni pública importante.
Cáceres destacó, en su momento, que el gobernador regional y los alcaldes provinciales y distritales ya no tiene excusa este año para seguir postergando el desarrollo de obras porque en el 2023 tuvieron su periodo de aprendizaje y ahora deberían tener resultados.
Sin embargo, como lo reveló El Pueblo, de las 87 obras por administración directa y las 32 por contrata que ejecuta la gestión del gobernador, Rohel Sánchez, el 99% presentan retraso e incremento en su presupuesto.
Además, obras emblemáticas como la instalación del puente de la Autopista Arequipa – La Joya, están paralizadas desde marzo pasado. Asimismo, las obras abandonadas en los hospitales de Camaná, Cotahuasi y Maritza Campos en el Cono Norte no se han podido retomar hasta la fecha y recién en dos años podrían entrar en funcionamiento.
La gestión del alcalde provincial, Víctor Hugo Rivera, no es la excepción. En cerca de dos años en el sillón municipal no puede concluir el reasfaltado de la avenida Jesús ni la reconstrucción del colegio Luis H. Bouroncle.
Tampoco inició inversiones importantes en alguna obra de impacto. La construcción del puente Umapalca en Sabandía, continúa siendo una promesa.
Actualmente, no ha podido gastar ni el 60% del presupuesto, a pesar de que sólo faltan tres meses para acabar el año.
Y en su conjunto, las municipalidades distritales no han podido ejecutar más del 44% del presupuesto del 2024.
Una de las esperanzas estaba puesta en el destrabe del proyecto Majes-Siguas II, pero el 2024 será otro año perdido para esta anhelada obra que a pedido de Rohel Sánchez pasó a manos del Ejecutivo nacional.
¿QUÉ HACER?
En el país hay ocho regiones con su economía en negativo. Pasco, Apurímac y Cusco fueron las más afectadas.
El informe de Redes destaca que tres regiones acumulan más de dos trimestres consecutivos de contracción y están en recesión técnica: Amazonas (2 trimestres), Arequipa (3 trimestres) y Junín (7 trimestres).
Estas regiones están en rojo a pesar de que la economía nacional creció 3.6%, según el último informe del INEI.
“Por otro lado, algunas regiones como Puno, Huancavelica, Tacna y La Libertad mostraron un crecimiento de dos dígitos. Sin embargo, gran parte de este crecimiento es resultado de un rebote estadístico, ya que el año pasado estas regiones sufrieron los efectos de conflictos sociales y condiciones climáticas adversas provocadas por El Niño”, apunta el informe.
Esta situación tiene un impacto directo en la pobreza que hoy en Arequipa es el doble de lo que había en el 2019. La pobreza, antes de la pandemia de la Covid-19, llegó a bajar hasta el 6%, pero ahora llega al 14%.
Esa cifra se traduce en que hay 200 mil pobres en Arequipa que pertenecen a las zonas urbanas. También hay 90 mil personas en pobreza extrema que no cubren siquiera la canasta básica de alimentación.
Desde Redes proponen que para que las regiones en negativo puedan recuperarse y las que ya están creciendo logren un crecimiento sostenible en el tiempo, es crucial implementar acciones que mejoren el entorno de negocios y promuevan la inversión privada, aprovechando así el potencial productivo de cada región.
“Recordemos que cuando la economía crece, se generan más empleos, aumentan los ingresos y se abren mayores oportunidades para reducir la pobreza”, puntualiza el informe.