Por Jorge Turpo Rivas

Durante la presentación de la segunda edición del libro de “El triunvirato de la libertad” del exsenador, Javier Díaz Orihuela, el director del diario El Pueblo, Carlos Meneses Cornejo, solicitó a la Municipalidad Provincial reconocer de manera póstuma al mártir arequipeño.

HOMENAJE PÓSTUMO

El recuerdo del mártir de la denominada “Revolución de 1950”, Arturo Villegas Romero, volvió ayer a las bóvedas de sillar del Museo Histórico Municipal donde el director de El Pueblo, Carlos Meneses Cornejo, solicitó públicamente a la Municipalidad Provincial de Arequipa (MPA) que declare Hijo Predilecto a Villegas y su imagen sea incluida en la galería de “Arequipeños Ilustres” del museo.

“Existe una deuda de la ciudad con él. Hoy aprovecho la ocasión de invitar a la ciudadanía y al Concejo Municipal para que se haga justicia e incluya a Arturo Villegas en esta galería como Hijo Predilecto”, dijo Meneses.

El pedido se dio durante la presentación de la segunda edición del libro “El triunvirato de la libertad”, del exsenador, Javier Díaz Orihuela, que recoge la historia, anécdotas y trascendencia de tres personajes importantes de la vida democrática de Arequipa: José Luis Bustamante y Rivero, Francisco Mostajo y Arturo Villegas.

Meneses fue el encargado de prologar la obra de Díaz Orihuela y durante su presentación destacó la figura de Villegas recordando que su vida fue truncada a los 26 años “por la barbarie y la traición”.

En junio de 1950, los estudiantes del Colegio Nacional de la Independencia Americana realizaron una protesta que se convirtió luego en una masiva manifestación en contra de la dictadura de Manuel Odría.

Villegas era un joven profesional y político que había sido propuesto para ser candidato a la cámara de diputados.

Junto al caudillo Francisco Mostajo iban a liderar el diálogo con el gobierno opresor, pero una bala le cayó en la cabeza y acabó con su vida en plena Plaza de Armas. Toda la ciudad se sintió agraviada con su muerte.

“Su cadáver incluso fue vejado porque lo enterraron a escondidas de su familia y el pueblo. Devuelto a sus padres, la comunidad acompañó el cortejo fúnebre por toda la avenida Goyeneche donde vivía su familia. Todo el recorrido estuvo marcado por una férrea vigilancia militar para que nadie hablara”, contó Meneses.

Agregó que la Asociación de Exalumnos de la “I” debe ser una de las instituciones que ayude a consolidar que el retrato de Villegas sea colocado en la galería del Museo Histórico Municipal.

Un historiador, dijo Meneses, se encargará de hacer la argumentación de la importancia para la ciudad de que se reconozca la vida y obra de Villegas. A sus 26 años de edad, había publicado cuatro libros.

“Hombres como Arturo Villegas no tenemos muchos en Arequipa, pero sí los suficientes para ponerse de pie cuando alguien quiere violentar el orden constitucional e imponer autoritarismo o dictaduras en un pueblo que ama las libertades”, destacó Meneses.

Recordó que Villegas pertenecía a una respetable familia arequipeña. Eran 9 hermanos, entre ellos un sacerdote de la congregación de La Salle y dos hermanas que fueron monjas.

LIBRO

Por su parte, Diaz Orihuela, reconocido político arequipeño del partido Acción Popular, y cuñado de Arturo Villegas, se sumó al pedido de Meneses y agregó que le pedirá a una de sus hijas que entregue en donación al Museo Municipal la máquina de escribir donde el mártir redactó sus cuatro obras.

“Escribió cuatro libros, uno por año, entre sus 21 y 25 años, tenía un gran futuro como intelectual y político. Le gustaba mucho la historia. Su muerte se dio defendiendo la libertad junto a su maestro y amigo Francisco Mostajo”, dijo Díaz.

También comentó algunas anécdotas de José Luis Bustamante y Rivero, otro de los personajes de su libro. Recordó las palabras que pronunció, por encargo del expresidente, Fernando Belaúnde, en el funeral de Bustamante.

Sobre la “Revolución del 50” y las circunstancias de la muerte de Arturo Villegas hizo una cronología detallada de lo ocurrido entre el 11 y 14 de junio de 1950 en que se produjeron los hechos de sangre en la ciudad.

Todos esos detalles están narrados en su libro “El triunvirato de la libertad”, un documento histórico de consulta obligada para quienes nacieron o decidieron establecerse al pie del Misti.