ICA

Miembros de la comunidad vecinal y docentes del Colegio Fe y Alegría N° 33, ambos ubicados en Mi Perú (Callao), respectivamente, fueron capacitados en el distrito de Chincha Alta, región Ica, en temas de prevención para reducir el riesgo de desastres a través de una serie de actividades en zonas afectadas por el terremoto de 2007.

La capacitación estuvo a cargo de la ONG FMYY, con financiamiento de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA). Esta actividad forma parte del “Proyecto de desarrollo de capacidades para la reducción de riesgo de desastres basado en la comunidad utilizando el conocimiento y experiencias de nikkeis latinoamericanos en Japón”.

La actividad contó con la participación de miembros del Comité Comunitario de Gestión de Riesgo de Desastres de Mi Perú (CCGRD-MP) y personal del Colegio Fe y Alegría N°33 de Mi Perú. Los participantes visitaron diferentes localidades de las provincias de Chincha, Pisco y Paracas, las cuales se vieron severamente afectadas por el terremoto de magnitud 7.9 que golpeó la región de Ica en agosto de 2007, causando enormes pérdidas humanas y materiales.

«El objetivo principal de este programa es capacitar a los líderes comunitarios para que repliquen lo aprendido en sus comunidades. Esto no solo fortalecerá la capacidad de respuesta ante desastres de Mi Perú, sino que contribuirá a largo plazo a la resiliencia del país frente a futuras amenazas y fortalecerá la cohesión comunitaria e institucional en la lucha contra los desastres», comentó Junichi Hibino, director de la ONG FMYY.

En el Colegio Fe y Alegría N°30 de Chincha Alta, los representantes de Mi Perú pudieron escuchar los testimonios y vivencias de las víctimas del terremoto del 2007 desde diferentes puntos de vista, ya sea como docente, adolescente, madre de familia, personal de salud, Defensa Civil, entre otros. Se espera que esta experiencia se traduzca en la implementación de nuevas estrategias de prevención y respuesta en Mi Perú, así como en el fortalecimiento de la capacidad local para gestionar el riesgo de desastres. “La difusión de buenas prácticas es clave en la preparación de las comunidades para mejorar la gestión local y prevenir futuros riesgos”, agregó Hibino.

Otro de los objetivos principales de esta visita fue sensibilizar a los participantes mediante los testimonios directos de sobrevivientes de un desastre, ya que en el distrito de Mi Perú no se ha registrado un terremoto de gran magnitud en los últimos años, lo que ha dejado a muchos sin experiencia frente a una catástrofe de tal envergadura.