Estudiantes de la UCSM se formarán en ambientes del Tambo La Cabezona
Por Jorge Turpo Rivas
Tres ambientes fueron habilitados para que se formen a los estudiantes de Arquitectura, Ingeniería Civil, Medioambiente y Turismo y Hotelería.
CONVERTIDO EN ESPACIO VIVO PARA LA EDUCACIÓN
El Tambo de la Cabezona ahora es más que un espacio familiar y turístico, es un ambiente académico donde se formarán futuros profesionales que deben contribuir a la preservación monumental, cultural y arquitectónica de la ciudad.
Las autoridades de la Universidad Católica de Santa María (UCSM), a través de un convenio con la familia Chirinos Soto, dueña del tambo, decidieron poner en valor tres ambientes del complejo arquitectónico para que los estudiantes de diferentes especialidades reciban sus labores académicas.
El vicerrector de la UCSM, Jorge Cáceres Arce, destacó que la formación académica se trasladará a un espacio vivo de la historia de Arequipa en el entendido de que sólo se cuida el patrimonio que se conoce.
“En este hermoso e histórico tambo ahora están las salas de instrucción para los estudiantes de las escuelas profesionales de Arquitectura, Ingeniería Civil, Medioambiente y Turismo en Hotelería. Es un espacio vivo que ahora tendrá mayor relevancia con las actividades académicas que realizarán los estudiantes”, dijo Cáceres.
Agregó que otras escuelas profesionales también podrán hacer uso de estas instalaciones en el Tambo de la Cabezona.
“Por ejemplo, los estudiantes de Publicidad y Multimedia pueden contar con estos ambientes para realizar documentales y otro tipo de trabajos audiovisuales. Todo el tambo fue restaurado hace unos años con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y así recobró su vistosidad original y con él una parte de nuestra historia viviente”, comentó el vicerrector.
El Tambo de la Cabezona se ubica en la calle Puente Bolognesi a dos cuadras de la Plaza de Armas y tiene salida hasta la avenida La Marina. Es una especie de quinta o miniciudad que albergaba sus propios servicios.
“Ahí tenemos la biblioteca – librería, la cocina de antaño, el cuarto de costura y había también una botica, bodega de abarrotes, imprenta y un molino hidráulico. Es el tambo más grande que hay en la ciudad, un punto cultural que merece mayor actividad y, la Universidad Católica de Santa María, no podía ser ajena. Ya pusimos en valor dos casonas en la calle La Merced, una donde funciona el Instituto Confucio y la otra donde está el Museo de Santuarios Andino”, recordó Cáceres.
El nombre de la Cabezona se le dio por el apelativo dado a su propietaria, doña María Antonieta Soto de Chirinos en el siglo XX. Actualmente, unas diez familias habitan el tambo.
Ingresar a los ambientes de La Cabezona, es un viaje al pasado de la vida de los arequipeños de inicios de la época republicana. Como parte del acervo histórico se conservan balas de cañón y armas más antiguas que fueron usadas en la revolución arequipeña de 1867.
La Cabezona ocupa una superficie de 2700 metros cuadrados. Está organizado a través de dos patios. Inicialmente fue parte del sistema de molinos ubicados en la ribera del río hasta finales del siglo XIX cuando es vendido y anexado a la propiedad contigua para adaptarlo a tambo.
Los tambos fueron creados para brindar cobijo y alimentación a los viajeros, sobre todo a los comerciantes que llegaban en caballo y sus respectivas recuas. Son un símbolo de identidad cultural arequipeña.
La Cabezona primero funcionó como un molino de almidón. El primer dueño fue Juan de Dios Rodríguez. Después, pasó a ser parte de la propiedad de Araníbar Bellido, un militar de la época. En tiempo más reciente fue adquirido por la familia Chirinos Soto.
El tambo era utilizado como un punto importante de flujo comercial, ya que llegaban comerciantes de todo el país.
Los espacios que ocupa ahora la UCSM al interior de La Cabezona, llevan el nombre del exrector de la universidad y destacado jurista arequipeño, Francisco Chirinos Soto.