Por Carlos Meneses Cornejo

ESPECIALES: LOS AREQUIPEÑOS QUE YO CONOCÍ

En el año de 1936, en Arequipa, se constituyó un comité de festejos por el IV centenario de la fundación española de la ciudad, se ha revelado que entonces existían acequias grandes y chicas que regaban los terrenos de cultivo de los propietarios más significativos y que cruzaban las arterias que lentamente se iban llenando con los primeros carros de combustión y también con los tranvías arrastrados por caballos y después por corriente eléctrica.

Hubo caminos que se hicieron alrededor de la fiesta jubilar que apoyaron entusiastamente, el presidente provisorio Óscar R. Benavides y Manuel Prado Ugarteche, mandatario electo que asumió cargo solo meses antes del 15 de agosto. El ministro de Hacienda y Comercio, Manuel Ugarteche Jiménez, era arequipeño de nacimiento, nunca se negó a los pedidos de ambos mandatarios para resolver los problemas económicos que se planteaban para el éxito de las fiestas.

Había acequias grandes como las que regaban las propiedades agrícolas del Monasterio de Santa Teresa y que después corrían para irrigar las huertas de frutas y árboles que tenían las casonas de gran extensión y que iban reduciendo su volumen conforme se acercaban al río Chili o disminuyeran los ojos de agua subterránea a las que se atribuían soluciones medicinales.

Por esas arterias corrían también aguas servidas que tenían enferma con males estomacales a la ciudad. En El Filtro se instaló la primera planta de desagüe para lo que se podría considerar el centro histórico de la ciudad y permitir que los carros pudieran recorrer calles sin caer dentro de estas “trampas” que iban uniendo a una casona con otra.

Alrededor del año de 1940 se clausura la mayoría de las acequias grandes y chicas y con ello se remplazó los baños que, hasta ese entonces, no podían estar cerca de los dormitorios ni de los comedores y mucho menos de cocinas a las que llegaban en burro toneles de madera con agua limpia y pura.

La consecuencia se tradujo en presencia de tuberías de metal que se oxidaban pronto, pero que sirvieron también para duchas de pie, pues estaban instaladas en los techos en serpentines. El sol calentaba estos ductos y quienes se bañaban disfrutaban de un poco de agua tibia o también colocaban al sol botellas de champaña llenas con agua, tapadas con corchos.

Las acequias fueron tapadas con grandes piedras y algunos baños eran de madera de pino que fueron remodelados y equipados con sanitarios o como en los colegios donde se utilizaban sanitarios de cemento importados o se realizaban las necesidades fisiológicas de pie.

El servicio municipal de desagüe lo administraba la comuna hasta que se crea la Corporación de Saneamiento que era municipal y que recibió el primer crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) .

El primer hotel que tuvo cuartos de baño o servicios higiénicos en las habitaciones de huéspedes se hizo en el año de 1940, en el parque de Selva Alegre. El de Selva Alegre también fue el primero que tuvo playa de estacionamiento y que dejó de lado los juegos vitrificados que estaban integrados por un recipiente de gran tamaño y una jarra, así como jabonera y que en algunos casos comprendía un bacín o bacinica que estaba debajo del velador o de la mesa de noche o de la cama.

Esos juegos han desaparecido, pero se mantienen en algunas casas como recuerdo o atracción turística. El que quiere ver una bacinica que debe tener más de 200 años, puede visitar mi domicilio.

El Hotel de Turistas de Selva Alegre formó parte de un gran parque en lo que fue la Quinta Landázuri que fue una residencia de lujo que ocuparon políticos de otros tiempos y donde se hizo un parque infantil y también un lugar de diversión y paseo que ahora es un hotel privado.

Los cuartos de baño antiguos estaban generalmente bajo las gradas y ahora son parte de los dormitorios, al desaparecer las acequias subieron las tarifas del agua y consecuentemente desaparecieron muchos jardines y huertos y se cortaron grandes árboles de jacarandas, ciruelas, duraznos, peras y generalmente adornos de palmeras.