El nuevo cardenal
Por: Carlos Meneses
El próximo papa será elegido por prelados distinguidos de prácticamente todas las naciones del mundo.
La decisión del papa Francisco de escoger al arzobispo de Lima, Carlos Gustavo Castillo Mattasoglio como nuevo cardenal del Perú satisface a la mayoría de peruanos que no pueden dejar de recordar lo que significó Juan Gualberto Guevara, cuando se le designó como primer cardenal peruano y el singular aporte de Juan Landázuri Ricketts, arequipeño, quien fue otro de los purpurados que gobernó la Iglesia católica en Lima y que también fue elegido cardenal.
Esa satisfacción deriva básicamente de los méritos personales de los elegidos y también de la decisión adoptada por un pontífice que ya tiene el control mayoritario para elegir a su sucesor.
Tenemos que considerar que hay una nueva mentalidad en la Iglesia católica y que ahora las miradas del Vaticano hacia el mundo se orientan a poblaciones que se consideran maltratadas que ahora cuentan con la aprobación de la Santa Sede para darle un carácter más universal a la Iglesia católica moderna implicada en cambios y en conveniencias a favor de los maltratados.
Monseñor Carlos Castillo tiene una voz muy importante en el Perú de hoy, debe tenerse en cuenta lo que él ha dicho en su homilía de Fiestas Patrias y también en sus propuestas con respecto a los problemas políticos que confrontamos y que han derivado en cuestionamientos que son comunes a otros sectores de la sociedad peruana descontenta por los quehaceres políticos que se evidencian y promueven protesta ciudadana.
Monseñor Castillo tendrá que ir a Roma para que el 8 de diciembre el papa cumpla con el deseo que le ha permitido designar a 21 nuevos prelados en lugares de honor de los 5 continentes.