Por Jorge Turpo Rivas

Estudios realizados desde el 2004 demuestran que la contaminación no cesó y nunca se implementaron acciones de remediación ambiental. Las aguas de la represa son usadas para la población de Moquegua y también se entrega una dotación al Valle de Tambo en Arequipa.

REVELA INFORME DE CONTRALORÍA

La Contraloría General de la República reveló que no sólo las aguas del río Tambo están contaminadas con los pasivos ambientales de la empresa minera Aruntani SAC. Esa afectación con metales pesados también se presenta en la reserva de agua de la represa de Pasto Grande de la misma cuenca.

Según el informe del órgano de control, la contaminación provendría del mal cierre de la unidad minera Santa Rosa de la empresa Aruntani. Se advierte que esta problemática se presentó de manera recurrente desde el 2004.

La situación es delicada porque el agua de la represa de Pasto Grande sirve para abastecer a la población de Moquegua y, en los meses finales de cada año, también dota de agua a la población del valle de Tambo en la provincia de Islay.

La contraloría detalla que ya en el 2012 se corroboró que las aguas de la represa eran un riesgo por la acidez del agua y la contaminación de los ríos Patara, Millojahuira, Tocco y Antajarane que son tributarios de Pasto Grande. Esos afluentes están contaminados con metales pesados de Aruntani.

El Proyecto Especial Regional Pasto Grande, del Gobierno Regional de Moquegua, invirtió un millón 191 mil soles para realizar un estudio y plantear soluciones para el mejoramiento de la calidad de las aguas del embalse.

En su momento se recomendó que la empresa Aruntani instale un sistema de medición del nivel del agua subterránea en los ríos y las quebradas afluentes, para el control y monitoreo de la calidad de las aguas. Sin embargo, nunca se cumplió esa disposición durante la operación de la mina Santa Rosa de la empresa Aruntani.

Los monitoreos se continuaron haciendo en el embalse y se corroboró que aparecieron manchas rojizas y café-amarillentas en diferentes áreas de Pasto Grande. 

Hubo además muertes de alevinos de truchas de la empresa comunal de producción y servicios Lago Azul. Los estudios establecieron que la causa era el alto nivel de metales pesados en el agua de la represa.

En el 2012 el Proyecto Especial Regional Pasto Grande anunció que desarrollaría un proyecto de remediación ambiental valorizado en 43 millones de soles y tendría el fin de mitigar la contaminación del agua. No obstante, nunca se concretó el proyecto hasta la fecha.

La verificación de la calidad del agua continuó entre el 2018 y 2024. Se contrató a laboratorios certificados y los análisis revelaron elevados niveles de acidez y metales pesados como bario, manganeso, cadmio, hierro y aluminio. Hasta el momento no se toman medidas correctivas para eliminar esos elementos dañinos en el agua.

DAÑO AMBIENTAL

De otro lado, la contaminación del río Tambo continúa sin ser mitigada ni atendida por las autoridades a pesar de que se declaró en emergencia los distritos de Islay desde el pasado uno de agosto.

La emergencia se prolongó sesenta días más desde el uno de octubre, pero todavía no hay resultados certeros de los niveles de contaminación del río Tambo ni se concreta la recategorización de la cuenca.

Recién en dos semanas se conocerán los resultados de los primeros estudios sobre la calidad del agua del río Tambo. También incluyen los resultados de la afectación a la fauna silvestre y los recursos hidrobiológicos del río como el camarón.

La declaratoria en emergencia se dio luego de que el río empezó a tener una coloración amarillenta y, sobre todo, porque se hicieron públicos los estudios del sector Salud donde se confirmó la presencia de metales pesados en la sangre de los niños y mujeres gestantes de varios distritos del Valle de Tambo.

Actualmente, la única acción emprendida por el Gobierno Regional de Arequipa fue llevar una planta de tratamiento de agua potable portátil para que sea probada en el distrito de Punta de Bombón.

Esta semana se debe conocer si ese tipo de planta es útil o no en la zona. Si la respuesta es positiva, se procederá a comprar unas 40 plantas portátiles para que la población no siga consumiendo agua con metales pesados.