Por: Carlos Meneses

El deseo de todos los peruanos es que hoy el que quiera protestar lo haga como permite la ley y no como lo están haciendo los delincuentes.

Todo el Perú, especialmente Lima, tiene esperanzas en que hoy no sea un día negro en la capital como consecuencia de un paro de transportes con el que amenazaron sectores informales que están esperando tranquilidad en un día en que nadie puede asegurar que habrá calma.

Es de esperar que nadie extreme la medida anunciada y que toda protesta ciudadana tenga lugar dentro de las condiciones que merezca un país que quiere paz y no más violencia. Todo dependerá en alto grado del comportamiento de las Fuerzas Policiales y de los elementos militares que acudan en apoyo de los encargados de la seguridad colectiva. Lo importante es no parar el país y hacer todo lo posible para que la tranquilidad se imponga en medio de la violencia, del desorden.

También es la ocasión propia de tranquilizar espíritus alborotados que están causando muerte y que obligarán a tomar medidas extremas que parece ser la única arma para detener el incremento de la delincuencia.

El sicariato, la extorsión están alrededor de Lima y se ha llegado al extremo de asesinar a 4 personas por causa aún no esclarecida por parte de individuos que después de cometer el atentado huyeron en una moto lineal. Eran 2 que empezaron por el chofer, continuaron con quienes, incluyendo un policía, no estaban armados. El efectivo policial intentó detener el ataque y pago su gesto con la vida.

No queremos más violencia, todos repudiamos estas actitudes y esperamos que el Legislativo sea prudente en la aprobación de normas que castiguen el delito sin llegar a aplicar la pena de muerte.