Los problemas del transporte
Por: Carlos Meneses
El Perú tiene que recuperar la paz y la tranquilidad que requiere la cita APEC de noviembre, mes en que vendrán los representantes de economías de 28 países a dialogar sobre un mejor porvenir para nuestro país con la puesta en funcionamiento del puerto de Chancay.
Están muy lejos de considerarse terminados los problemas que provocaron un paro de transportes en Lima y que son consecuencia, básicamente, de la informalidad que en este o en otros temas causan dificultades en el quehacer ciudadano.
El Parlamento ha intervenido, lamentablemente no ha podido hacer mucho porque la informalidad es motivo de crisis en este y otros asuntos que afectan a la ciudadanía y que han ocasionado deudas que todos los peruanos tendremos que pagar por un monto estimado en S/230 millones. Deben sumarse a dichas pérdidas otras que no han sido consideradas, como los mayores precios que los usuarios tuvieron que pagar para poder llegar a tiempo a sus trabajos y también las paralizaciones que afectaron a bodegueros y a quienes debieron ponerse a buen recaudo de extorsionadores.
El Congreso de la República que intervino en el tema no puede considerarse exitoso en gestión, se han discutido sus propuestas y todavía estamos lejos de decir que las palabras finales han sido pronunciadas, porque se habla de fechas de nuevos paros y el problema se ha extendido a nivel nacional.
Una vez más se ha puesto a prueba a la Policía Nacional, a las municipalidades y a todos aquellos que están descontentos con la delincuencia que sufrimos y que ha privado de vida a los extorsionados, empresarios formales o informales que han sido objeto de atentados.
Afortunadamente, a diferencia del Poder Ejecutivo, el Congreso ha escuchado las palabras de los transportistas y hay anuncios de cambio que pueden significar el regreso de paz, mientras se busca acuerdos concretos y se discuten términos que verían contenidos que no han sido aceptados.