Los silencios de la presidenta
Por: Carlos Meneses
Esta es una decisión que no puede esperar más tiempo y que por cierto no es de exclusiva responsabilidad del gobierno actual sino de las administraciones anteriores.
Dina Boluarte acaba de cumplir 100 días de no dialogar con la prensa. La jefa de Estado persiste en el empeño de hacerlo solamente a través de un vocero oficioso, cuando su obligación es dialogar sobre los problemas del país a través del periodismo o en el peor de los casos del presidente del gabinete, quien, cautelosamente, tampoco quiere entrar a hablar sobre los asuntos de interés colectivo que parecen no interesar al gobierno.
El caso más grave por resolverse está vinculado a la refinería de Talara. El gobierno demora, muchos consideran en exceso, en revelar los nombres de 2 o 3 directivos para poder declarar que la empresa estatal tiene un directorio capaz de estar al frente de la compañía en crisis, que le debe al Estado peruano más de 7 mil millones de dólares y que sigue no teniendo futuro, mientras sigue reclamando la ayuda fiscal para poder vivir.
No es posible que esta situación se mantenga por más tiempo del mes ya transcurrido desde que sus directivos dimitieron en acción decidida y valiente. El silencio no es respuesta a nada.
El ministro de Economía, José Arista y Rómulo Mucho, titular de la cartera de Energía y Minas, son los encargados de la gran decisión de completar el directorio. Ambos, parece, no se dan cuenta que mientras más tiempo pase, más dinero se pierde y menos posibilidades hay de salvar las dificultades empresariales.
Hay que buscar una solución porque así no puede seguir en el asunto que preocupa a todos y que se agravará si el Ejecutivo decide una inversión de S/ 7 mil millones de soles para reforzar la Fuerza Aérea que requiere modernizarse en lo que se refiere a aviones de combate y helicópteros.