Población de Arequipa consume 70 millones de m3 de agua

Por Jorge Turpo Rivas

La vicepresidenta de DescoSur, Delmy Poma, indicó que se requiere una mayor inversión en la Reserva Natural de Salinas y Aguada Blanca donde se genera el recurso hídrico para la ciudad.

AMENAZA CRISIS HÍDRICA

La población actual de Arequipa consume unos 70 millones de metros cúbicos de agua al año. Para el 2035, esa cantidad se duplicará. Por eso se requiere no sólo garantizar un mayor almacenamiento con nuevas represas, si no trabajar en la conservación del agua en las nacientes de la cuenca del Chili.

La ciudad prácticamente depende de las fuentes de agua de la Reserva Natural de Salinas y Aguada Blanca donde ya se empezó a realizar algunos trabajos de conservación, pero se requiere una mayor inversión.

Toda esa labor de gestión sostenible de las fuentes de agua en Arequipa será expuesta en la Cumbre Mundial por la Biodiversidad – COP 16 de Naciones Unidas.

En la siguiente entrevista, Delmy Poma Bonifaz, vicepresidenta de DescoSur, entidad encargada hace 18 años de la gestión de la Reserva de Aguada Blanca, explica el trabajo que realizan y los proyectos que se deben emprender.

¿Cómo encontraron esta reserva natural y qué ha cambiado a la fecha, cuál es el antes y después?

-Nosotros como Descosur tenemos el contrato de administración de la Reserva Nacional de Agua Blanca hace 18 años. Le puedo decir que nosotros encontramos menos de 3 mil vicuñas, según un censo, y ahora tenemos casi 30 mil ejemplares. Esa es una muestra.

¿Y en el tema del agua, qué se pudo hacer?

-En el tema del recurso hídrico nosotros hemos construido más de cincuenta cochas y una cantidad significativa de canales y zanjas.

¿Qué es una cocha?

-Es una especie de pequeña represa, pero no es de fierro y cemento, en este caso son represamientos rústicos que no están impermeabilizados. Es de tierra arcillosa compactada. Se construye un dique, se retiene el agua y tiene una válvula para manejar su distribución. Su función es almacenar el agua en el período de lluvias y aprovecharla cuando haga falta.

¿Hay un riesgo real de que Arequipa sufra una crisis hídrica en unos años?

-Según las proyecciones que se contemplan en el plan de gestión de la cuenca Quilca – Chili, se ven escenarios delicados y preocupantes al 2035 y el 2050 si es que no hacemos o no prestamos atención desde ahora para mejorar el almacenamiento del agua.

¿Qué tenemos que hacer entonces desde ahora?

-Lo que tenemos que hacer es trabajar en la conservación en la zona colectora de agua que es la Reserva de Salinas y Aguada Blanca. Hay que mejorar las formas de retener y asegurar el agua. En esa zona no tenemos glaciares que alimenten de agua a través de los deshielos, dependemos solamente de bofedales y pasturas naturales que infiltran el agua y se almacenan en nuestro sistema de represas. Tenemos que asegurarnos con medidas de conservación como la siembra y la cosecha del agua. A ellos sumarle que los pobladores hagamos un uso eficiente del agua.

¿Paralelamente se tendría que trabajar también en construir una nueva represa?

-Entiendo que también esa es una alternativa, pero no es una solución. Eso ayudará a almacenar agua, pero no a colectar agua. Nosotros tenemos que apuntar a colectar mayor cantidad de agua y la colección de agua tiene que hacerse con medidas de infraestructura natural.

¿En qué consiste esa infraestructura natural?

-Además de las cochas, tenemos que trabajar en medidas de revegetación. No tenemos proyectos de inversión para ese tipo de conservación, por ejemplo: las zanjas de filtración que ayudan mucho a que se detengan los sedimentos que van hacia las represas, luego están los canales de distribución para regar las pasturas naturales que sirven también de alimento para los animales del lugar, luego está la revegetación y la reforestación con especies nativas como la tola y el ichu que además es un alimento para los camélidos.

¿El cambio climático ha provocado que en la zona de la Reserva de Aguada Blanca llueva menos o haya cambiado en algo las temporadas de lluvias?

-Ese territorio es un territorio de puna seca y las precipitaciones son mínimas a diferencia de, por ejemplo, Puno. Con el cambio climático tenemos menos lluvias, pero además tenemos los cambios de las lluvias, ahora ocurre que hay unos días de lluvia muy intensas, se dan en un determinado tiempo, antes eran por tiempos más prolongados que aseguran la infiltración de la lluvia. Ahora cae la lluvia en un solo momento y eso genera inundación y no se aprovecha el agua, además carga todo el sedimento hacia las represas, eso pasó con la represa de Aguada Blanca, se carga los sedimentos porque no hay vegetación suficiente que contenga la inundación de las lluvias intensas.

¿Cuál es el principal riesgo o amenaza que tiene la Reserva de Aguada Blanca?

– Una de las amenazas es que la población de las comunidades que viven de la crianza de vicuñas se aleje de la zona o migre. Eso generaría que no haya quién haga las actividades de conservación. Ese es un riesgo significativo, se tiene que atender a las poblaciones para que tengan las condiciones básicas y desarrollen allí.

¿Cuántas familias viven en la reserva?

-Según el censo son más de 11 mil personas que viven en la zona.

¿De quién es la responsabilidad de hacer esos proyectos de conservación del agua?

-En principio tendrían que ser nuestras autoridades locales y regionales y luego también el gobierno nacional. No se le presta atención a la infraestructura natural porque tú puedes construir una represa de concreto de varios millones, pero hacer y emprender un proyecto de reforestación en gran parte de la reserva, implica una inversión mucho mayor y los resultados van a tardar varios años. Es una inversión a mediano y largo plazo.

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