Condiciones de estudio de alumnos del colegio Divina Providencia son infrahumanas
Por Germán Yuca Ch.
Los estudiantes de la I.E. Divina Providencia – Circa llevan más de 10 años esperando mejoras en la infraestructura de su plantel. Demandan mayor celeridad de las autoridades municipales del distrito de Socabaya para ejecutar el proyecto.
SON AFECTADOS POR AULAS PREFABRICADAS DETERIORADAS Y AGUAS SERVIDAS
Los escolares de la I.E. Divina Providencia-Circa cursan sus estudios primarios y secundarios en malas condiciones para llegar a sus aulas de material prefabricado primero deben cruzar a pie una torrentera por la que discurren aguas servidas provenientes de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de Socabaya, exponiéndose a malos olores y al riesgo de robos o accidentes.
La Municipalidad Distrital de Socabaya se comprometió a mejorar por los menos la infraestructura del centro educativo pero no pudo hacer y decidió por trasladar la obra a la Gerencia Regional de Educación de Arequipa (Grea), en esa instancia han observado los expedientes de la obra.
Construido hace 26 años, el colegio Divina Providencia no ha tenido ninguna ampliación desde su fundación, aunque actualmente alberga a 655 estudiantes (57 de inicial, 308 de primaria y 290 de secundaria), el doble de su capacidad original.
El crecimiento demográfico en el asentamiento humano Horacio Zeballos Gámez ha aumentado la necesidad de ampliar la infraestructura. Sin embargo, la comuna de Socabaya, responsable del proyecto de expansión, mantiene la continuidad incierta.
«El proyecto de expansión ya estaba aprobado por la Ugel Norte, pero el municipio de Socabaya no inició las obras y el expediente venció. Fue necesaria la reformulación del mismo, y este año concluyó el trámite. (…) Exigimos la transferencia del proyecto a la GREA, pero este proceso continúa pendiente debido a las observaciones en algunos requerimientos. Esperamos que esto se resuelva durante este año», declaró Victoria Yari Zambrano, directora de la I.E. Divina Providencia.
Los alumnos de primaria son los más afectados por el plantel precario, pues estudian en módulos prefabricados dentro de la institución. De los 25 salones del colegio, al menos 10 son de madera y, aunque el espacio es reducido, hasta 25 estudiantes deben compartir estas aulas, cuando el aforo es de 20. La situación vuelve urgente la expansión de la infraestructura.
Ante esta situación, los padres de familia del colegio Divina Providencia han presentado solicitudes reiteradas a la comuna de Socabaya y han realizado protestas frente al municipio. Sin embargo, no han recibido respuestas concluyentes. «Esperamos que los trámites se concreten antes del inicio del año escolar 2025. Si no es así, tendremos que salir nuevamente a las calles», afirmó Marlene Mamani, madre de una de las estudiantes del colegio.
MALOS OLORES Y CONTAMINACIÓN
Según el testimonio de algunos padres, los escolares soportan diariamente los malos olores de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de Socabaya. Durante las limpiezas quincenales, los olores fétidos se intensifican, provocando «náuseas» y «dolores de cabeza» en los estudiantes más pequeños.
La presidenta de APAFA del colegio, Elizabeth Lasteros Quiñones, informó que el alcalde de Socabaya, Roberto Muñoz Pinto, prometió construir dos puentes en el sector G de Horacio Zeballos para facilitar el tránsito peatonal hacia el colegio. No obstante, a dos meses de culminar el 2024, no se han iniciado las obras.
A falta de estos puentes, algunos alumnos continúan atravesando la torrentera, soportando el mal olor de las aguas residuales. La directora de la I.E. Divina Providencia aconseja evitar este camino, pero no es posible controlar a todos los estudiantes. «A veces el desagüe desemboca aquí y se tapa, generando olores muy fuertes. Por eso, pedimos a los padres que no expongan a sus hijos a estas situaciones», comentó.
Con la demora del municipio de Socabaya, los estudiantes del colegio siguen expuestos a situaciones de riesgo al atravesar la torrentera, que contiene polvo, basura y aguas residuales. La situación genera indignación en los padres de familia. «Alcalde, nuestros hijos siguen esperando los puentes de acceso en Horacio Zeballos. No nos olvide», expresó una madre al recoger a su hijo del colegio.