Creciendo en tiempos inciertos
Por: David Tuesta, presidente del Consejo Privado de Competitividad
PERÚ COMPETITIVIDAD
Los últimos datos de crecimiento económico de agosto 2024 siguen trayendo cifras positivas. La producción nacional registró un incremento del 3.53%. No obstante, ello no termina de quedar claro si este nivel de dinamismo será suficiente no solo para alcanzar la meta de crecimiento del 3.2% planteada por el gobierno, sino para procurar una tendencia de recuperación que traiga bienestar.
Esto porque no podemos dejar de subrayar que las condiciones intrínsecas de nuestro crecimiento son frágiles. Por ejemplo, una buena trayectoria de recuperación será difícil de sostenerse sin políticas claras que reduzcan las trabas burocráticas que bloquean la inversión. Este costo tramitológico, que se extiende a todas las actividades económicas, juntos con los altos costos laborales, se convierte en un permanente golpe al buen ambiente de negocios.
El panorama se complica aún más con factores sociales que ponen en riesgo la confianza en la economía. Por un lado, la criminalidad ha alcanzado niveles alarmantes. De acuerdo al Ministerio del Interior, el número de denuncias por homicidios se ha más que duplicado entre el 2019 y lo que va del 2024, pasando de 821 a 1886 denuncias, hecho que destruye cualquier relato oficial de que la estrategia contra el crimen está mejorando. Las empresas vienen sufriendo extorsiones y actos vandálicos, lo que incrementa los costos operativos y disminuye el atractivo del país para los inversionistas, que se calcula supera el 2,0% del PBI. Sin una respuesta efectiva del Estado para contener la criminalidad, será difícil mejorar significativamente las expectativas de inversión privada que hagan viable no solo alcanzar la meta sino que se sostenga.
Por otro lado, la situación política es otro factor de incertidumbre. La desaprobación de la presidenta Dina Boluarte ha alcanzado un récord histórico del 92% en octubre de 2024, según una encuesta de Datum. Con niveles tan bajos de apoyo, la capacidad del gobierno para implementar políticas clave se ve seriamente comprometida.
La economía crece, sí. Pero la incertidumbre creciente que impone la burocracia, las rigideces laborales, el crimen y la política, hace difícil saber la pendiente de recuperación económica para este y próximos años.